Dos volúmenes con la narrativa canónica de Mercè Rodoreda abren las Obras Completas de la escritora barcelonesa, una publicación que coincide con la celebración del centenario de su nacimiento y que contará con un tercer volumen con aquellas otras que la autora no quiso incluir en esta recopilación. En estos dos primeros volúmenes, publicado por Edicions 62 en colaboración con la Fundación Rodoreda, se incluye las novelas y cuentos que la autora escribió a partir del exilio y hasta su muerte en Girona en 1983.
El presidente de la Fundación Rodoreda, Joaquim Molas, ha explicado que uno de los objetivos de la institución para el centenario era reeditar "la totalidad de la obra publicada e inédita de Rodoreda, porque había necesidad de fijar unas obras y un texto canónicos". El editor de Edicions 62 Josep Maria Castellet ha exhibido hoy el contrato que la propia Rodoreda firmó con la editorial en 1965 para publicar las obras completas, un acuerdo por el que recibió en la época 20.000 pesetas y que se concretó con la publicación del primer volumen en 1976.
Una apuesta confirmada
La firma de aquel contrato, ha revelado Molas, fue "una apuesta literaria, pues Rodoreda comenzaba a ser conocida y sólo había publicado la novela La plaça del Diamant (La plaza del Diamante)". Según Molas, la intención de la autora era publicar sólo sus 22 cuentos, La plaza del Diamante y una novela que estaba haciendo, Cecilia C., que luego se publicó como El carrer de les Camèlies (La calle de las camélias).
Fiel a la voluntad de Rodoreda, la Fundación ha procurado siempre, recuerda Molas, que "no saliera al mercado la obra que ella había rechazado y por eso Aloma se editó comercialmente sólo porque la escritora la rehizo, pero el resto se publicaron en ediciones eruditas y no para el gran público". Estas Obras Completas, asegura Molas, servirán para un público general, pero también para los especialistas, y "siempre defendiendo los derechos, la voluntad de la autora".
El primer volumen contiene las novelas Aloma, La plaça del Diamant ( La plaza del diamante), El carrer de les Camèlies (La calle de las camelias), Jardí vora el mar (Jardín cerca del mar), Mirall trencat (El espejo roto) y Quanta, quanta guerra (Cuanta, cuanta guerra).
El segundo reúne sus libros de cuentos 22 contes, La meva Cristina i altres contes (Mi Crisitina y otros cuentos), Semblava de seda i altres contes (Vestida de seda y otros cuentos) y Viatges i flors (Viajes y flores), además de los escritos literarios de los últimos años, entre ellos algunos textos autobiográficos, sus dos únicos cuentos escritos en los últimos años (1980-82) y dos novelas inacabadas, Isabel i Maria (Isabel y María) y La mort i la primavera( La muerte y la primavera). Carme Arnau, responsable de la edición de todos los textos definitivos, ha podido recrear La mort i la primavera a partir de las tres versiones que Rodoreda dejó de esta novela a su muerte.
La obra repudiada
A partir de 2009 aparecerán un tercer volumen en el que figurará toda la obra que la propia Rodoreda rechazó: cinco novelas, entre ellas la primitiva Aloma, y toda su obra periodística, que cultivó en el inicio de su carrera, en 1933-35. La obra inédita, repartida entre el teatro, que ahora se publicará con criterios filológicos; y la poesía, se agrupará en el cuarto tomo de las Obras Completas.
Molas ha precisado que "mientras que en el teatro contamos con textos muy acabados, en la poesía a veces son borradores o esbozos, pero también hay poemas acabados y algunos publicados". El último volumen, "el más difícil de todos", remarca Molas, estará dedicado al epistolario, para el cual Carme Arnau investiga en los posibles corresponsales y en sus herederos, para poder acceder a las cartas que envió la escritora barcelonesa. En opinión de Carme Arnau, las Obras Completas permitirán constatar que "Rodoreda, la autora más traducida de la literatura catalana, es una excelente novelista, pero también una buena cuentista, algo infrecuente en la literatura".
elpais.com
1 comentario:
Soy Nostromo...
En la antigua Grecia los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua, concrétamente un óbolo, para que Caronte guiara las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte. Caronte era el barquero del Hades (inframundo en la mitología griega) y si los difuntos no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.
Yo no cobro.
Hola Carlos, soy Nostromo y he visitado tu blog. Por el contenido del mismo he pensado que quizá te gustaría visitar el mío: Nostromo
Tiene poquísimo tiempo, pero podrás encontrar dos artículos interesantes:
- Testa y el truco final
- Coltán, el metal mágico
No sólo podrás leerlos en el blog, sino que también puedes descargarlos en .PDF
También verás que casi al final de la barra derecha encontrarás la opción de "SEGUIDORES". Sería para mi un placer que te añadieras.
Gracias por tu lucha...
Publicar un comentario