Uno de los principales fracasos del Partido Popular en la pasada legislatura fue su incapacidad para poner en marcha las políticas necesarias para que nuestra región comenzase a caminar hacia la sociedad de la información, lo que habría significado una apuesta decidida por la investigación, la innovación y las nuevas tecnologías como elementos básicos para conseguir un crecimiento económico sostenible y una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Los indicadores del INE y otras fundaciones avalan la crítica anterior, al reflejar que el gasto regional en investigación y desarrollo es del 0,75% del PIB regional (lejos del 1,5% previsto), y que estamos a la cola de la sociedad de la información (como se señalaba La Verdad, el pasado 17 de julio, al dar cuenta del informe anual de la Fundación Orange sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en nuestro país, que sitúa a Murcia en el antepenúltimo lugar entre las comunidades españolas).
A lo largo de la anterior legislatura, desde el Partido Socialista de la Región de Murcia criticamos la falta de liderazgo político para impulsar la investigación e innovación, y exigimos la creación de una dirección general de política científica (¿porque no existía política científica!) y una Ley de Ciencia que ordenase el Sistema Regional de Ciencia y Tecnología (¿que ya existía en el resto de comunidades!). A mitad de legislatura, cuando se eliminó toda una consejería responsable del desarrollo económico regional, se crearon dos direcciones generales con competencias en política científica (¿sí, no una, dos!), y el pasado abril se aprobó la Ley de Ciencia con nuestro apoyo.
Pero todo esto pertenece al pasado, la presentación del plan Horizonte 2010 y la pasada campaña electoral nos permitió conocer que Valcárcel prometía que «esta será la legislatura de la investigación», además, las elecciones autonómicas, tal y como entienden algunos sesudos analistas políticos regionales, sirvieron para demostrar que «Valcárcel es un hombre inteligente, que se reinventa a sí mismo, que ha sabido reorientar su discurso hacia la investigación, el medio ambiente y las políticas sociales». Y ya tenemos la primera prueba de esa inteligencia política en la formación del nuevo gobierno.
En la línea de otras comunidades autónomas, la propuesta del PSRM-PSOE era la creación de una consejería que aglutinase las competencias relacionadas con investigación, innovación y nuevas tecnologías, y que liderase todos los esfuerzos para que en esta región se inicie el proceso de cambio desde un modelo de crecimiento basado en la construcción y los servicios a un modelo basado en el conocimiento. Como pudimos comprobar en las reuniones en las que debatimos el programa electoral, tanto en el ámbito académico como empresarial se compartía nuestra idea.
Pero Valcárcel nos ha sorprendido a todos al continuar con la dispersión de competencias y también, hay que decirlo, por mantener como responsables a los que ya habían demostrado su falta de iniciativa política. En cuanto a lo primero, por una parte Valcárcel separa la investigación más ligada a las universidades de la investigación aplicada e innovación en las empresas (¿así se ha explicado!) y por otra se separa sociedad de la información de «audiovisual y contenidos digitales». Lo que debía estar reunido en una única consejería, está disperso en tres, según el criterio de dejar contentos a todos. En cuanto a lo segundo, nos preguntamos por qué la política científica no es dirigida por alguno de los prestigiosos investigadores con capacidad de liderazgo que tenemos en la región.
En esta legislatura, nosotros seguiremos con nuestra labor de oposición a través de la crítica constructiva y siempre con argumentos que la justifiquen. El comienzo de la nueva etapa política no invita al optimismo, sino que nos lleva a pensar que tendremos más de lo mismo: una falta de iniciativa política que nos hace llegar los últimos a todo (o no llegamos) y una falta de coordinación de las políticas de investigación, innovación y nuevas tecnologías. Pero eso sí, seguiremos teniendo a Valcárcel que sin sonrojo nos hablará del Parque Científico como símbolo de la apuesta de su gobierno por la investigación, cuando ya han pasado más de dos legislaturas desde que lo prometió por primera vez y todas las comunidades cuentan con una instalación de esta naturaleza. Valcárcel o la capacidad de reinventarse.
Jesús J. García Molina es secretario Ejecutiva Regional PSRM de Sociedad de la Información
Los indicadores del INE y otras fundaciones avalan la crítica anterior, al reflejar que el gasto regional en investigación y desarrollo es del 0,75% del PIB regional (lejos del 1,5% previsto), y que estamos a la cola de la sociedad de la información (como se señalaba La Verdad, el pasado 17 de julio, al dar cuenta del informe anual de la Fundación Orange sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en nuestro país, que sitúa a Murcia en el antepenúltimo lugar entre las comunidades españolas).
A lo largo de la anterior legislatura, desde el Partido Socialista de la Región de Murcia criticamos la falta de liderazgo político para impulsar la investigación e innovación, y exigimos la creación de una dirección general de política científica (¿porque no existía política científica!) y una Ley de Ciencia que ordenase el Sistema Regional de Ciencia y Tecnología (¿que ya existía en el resto de comunidades!). A mitad de legislatura, cuando se eliminó toda una consejería responsable del desarrollo económico regional, se crearon dos direcciones generales con competencias en política científica (¿sí, no una, dos!), y el pasado abril se aprobó la Ley de Ciencia con nuestro apoyo.
Pero todo esto pertenece al pasado, la presentación del plan Horizonte 2010 y la pasada campaña electoral nos permitió conocer que Valcárcel prometía que «esta será la legislatura de la investigación», además, las elecciones autonómicas, tal y como entienden algunos sesudos analistas políticos regionales, sirvieron para demostrar que «Valcárcel es un hombre inteligente, que se reinventa a sí mismo, que ha sabido reorientar su discurso hacia la investigación, el medio ambiente y las políticas sociales». Y ya tenemos la primera prueba de esa inteligencia política en la formación del nuevo gobierno.
En la línea de otras comunidades autónomas, la propuesta del PSRM-PSOE era la creación de una consejería que aglutinase las competencias relacionadas con investigación, innovación y nuevas tecnologías, y que liderase todos los esfuerzos para que en esta región se inicie el proceso de cambio desde un modelo de crecimiento basado en la construcción y los servicios a un modelo basado en el conocimiento. Como pudimos comprobar en las reuniones en las que debatimos el programa electoral, tanto en el ámbito académico como empresarial se compartía nuestra idea.
Pero Valcárcel nos ha sorprendido a todos al continuar con la dispersión de competencias y también, hay que decirlo, por mantener como responsables a los que ya habían demostrado su falta de iniciativa política. En cuanto a lo primero, por una parte Valcárcel separa la investigación más ligada a las universidades de la investigación aplicada e innovación en las empresas (¿así se ha explicado!) y por otra se separa sociedad de la información de «audiovisual y contenidos digitales». Lo que debía estar reunido en una única consejería, está disperso en tres, según el criterio de dejar contentos a todos. En cuanto a lo segundo, nos preguntamos por qué la política científica no es dirigida por alguno de los prestigiosos investigadores con capacidad de liderazgo que tenemos en la región.
En esta legislatura, nosotros seguiremos con nuestra labor de oposición a través de la crítica constructiva y siempre con argumentos que la justifiquen. El comienzo de la nueva etapa política no invita al optimismo, sino que nos lleva a pensar que tendremos más de lo mismo: una falta de iniciativa política que nos hace llegar los últimos a todo (o no llegamos) y una falta de coordinación de las políticas de investigación, innovación y nuevas tecnologías. Pero eso sí, seguiremos teniendo a Valcárcel que sin sonrojo nos hablará del Parque Científico como símbolo de la apuesta de su gobierno por la investigación, cuando ya han pasado más de dos legislaturas desde que lo prometió por primera vez y todas las comunidades cuentan con una instalación de esta naturaleza. Valcárcel o la capacidad de reinventarse.
Jesús J. García Molina es secretario Ejecutiva Regional PSRM de Sociedad de la Información
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