Combate
nulo.
Así
calificaría el debate que anoche mantuvieron los líderes de los dos
principales partidos de nuestro país.
No
se salieron del guión esperado: Uno, Rubalcaba, intentando dar
golpes a ver si en alguno le salía algún buen golpe de ¿izquierda?
Y el otro, Rajoy, con los puños protegiéndose la cara a la
defensiva y mirando el tiempo, no porque le fuera excesivamente mal,
pero es que el tiempo jugaba a su favor y con el campanazo final de
la mesa de jueces tenía más que suficiente.
Dijeayer como intuía el debate a dos y no me equivoqué. Vi a un
Rubalcaba inquisitivo, preguntando y repreguntando a Rajoy,al que
acusó de ambigüedad, intentando llevar el combate al terreno del
programa de su oponente manera insistente. Rubalcaba intentaba
golpear y golpear, pero sus intentos eran vanos porque sus intentos
de ganchos a la mandíbula llevaban el pesado lastre de su
pertenencia al Gobierno de Zapatero. El mismo Gobierno que va a ser
penalizado ahora en las elecciones, eso lo sabía Rajoy y lo utilizó
cada vez que se sintió medio apurado. Es una losa que pesa mucho.
Además a Rubalcaba le traicionó el subconsciente y varias veces le
salió un “Usted va a hacer” dando por segura una victoria
electoral del Partido Popular.
Eché
en falta más propuestas y para mi gusto sobró el excesivo ataque al
programa, indefinido intencionadamente, del oponente. Rubalcaba no
tenía otra opción. Atacar y a la yugular pero.... solo logró que
Rajoy se llevará algún leve mamporro.
Al
otro lado estaba el Rajoy de siempre, el esperado, el que no se sabe
si sube o baja como buen gallego. Fue al debate a verlas venir, a
dejar que pasara el tiempo y un poco a rueda de Rubalcaba, tampoco
necesitaba más para cumplir el trámite. Obviamente le faltó
claridad y contundencia. Debería haber respondido de forma más
tajante y no seguir usando esa ambigüedad que hace que al final no
se sepa que va a hacer aunque todos lo intuyamos. No concretaba.
Subía y bajaba, pero no se paraba. Estuvo huidizo ante las preguntas
de Rubalcaba. Se dedicó a hablar del pasado. Dijo que España
necesitaba un cambio pero ¿de qué? ¿solo de Gobierno?
A
mi no me decepcionó Rajoy, pero no por su brillantez, que no la
tiene, ni por su oratoria, ni por su contundencia, ni por nada. No me
podía decepcionar porque no esperaba más de él.
Dije
que era un debate con las cartas marcadas y así fue. La suerte está
echada. Rajoy ganará las Elecciones Generales con holgura. Rubalcaba
tiene una gran piedra encima que no es otra que su pasado, para lo
bueno y para lo malo. Su pertenencia al pasado Gobierno le resta. Es
la cruda realidad y aunque sabemos que Rajoy va a recortar a diestro
y siniestro -al principio de una manera más leve hasta que pasen las
elecciones andaluzas y después de una forma más contundente y
sangrante y que culpará de todo a los anteriores gobiernos
socialistas- ganará porque el ciudadano necesita agarrarse a un
clavo ardiendo aún a sabiendas de que se va a quemar y no
poco.
Espero y deseo que el debate de ayer sea el último que se realiza a dos bandas. Hay más vida. Más candidatos y candidatas, negar ese realidad, como hace el PP y el PSOE, es restringir la democracia y el derecho de participación en igualdad de condiciones.
Espero y deseo que el debate de ayer sea el último que se realiza a dos bandas. Hay más vida. Más candidatos y candidatas, negar ese realidad, como hace el PP y el PSOE, es restringir la democracia y el derecho de participación en igualdad de condiciones.
Sé
que mis palabras caerán en saco roto, pero.... permitidme soñar.
Se sigue hablando de esto AQUÍ o en mi Twitter @CarlosRibanez
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