2 de septiembre de 2011

Motivos de mi solicitud de baja del PSOE

Hace unos años me afilié al Partido Socialista Obrero Español porque consideré que era la mejor forma y la herramienta más adecuada para contribuir con mi trabajo y esfuerzo en la consecución de una sociedad más igualitaria y justa. Una sociedad mejor.


Han sido años de militancia intensa, de un  trabajo entregado y comprometido, tanto como afiliado en mi Agrupación, como cuando he defendido las ideas de este partido como Concejal y Portavoz del Grupo Municipal en el Ayuntamiento de Cehegín.


Han sido años duros en lo que hemos tenido que defender nuestras ideas y nuestra lucha por los valores socialista, aún a costa de ser ninguneado y perseguido en una región en la que la derecha más rancia e inculta campea por sus anchas, haciendo y deshaciendo como le viene en gana.


Siempre he estado al servicio del que hasta hoy, consideraba mi Partido, porque así lo sentía.


Y digo hasta hoy, porque, he solicitado mi baja de esta formación política. Después de meses de análisis y reflexión, y muy a mi pesar, considero que  no está velando por el interés general desde una organización política que presume ser de izquierdas, que presume de lleva en sus siglas “socialistas”, que presume en sus Estatutos de defender a la clase trabajadora y a las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad, pero que en sus hechos y maneras de los últimos años indican todo lo contrario.


Esta no es una afirmación baladí mía o fruto del desencanto actual, basta observar los acontecimientos diarios para darse cuenta que mi afirmación no es gratuita, basta con observar las bochornosa imagen que el PSOE está dando en estos últimos años para que podáis entender mi desánimo, indignación y bochorno con un Partido en el que tanto he creído y por el que tanto he luchado.

He dicho muchas veces que el PSOE actual y que con tanto orgullo ostenta en sus siglas la “S” y la “O” es de todo menos “socialista” y “obrero”. Los hechos así lo delatan: la reforma laboral, la congelación de las pensiones y la reforma de la Ley Electoral, cuyo cénit al despropósito ha sido la tramitación con nocturnidad y alevosía democrática y de espaldas a la sociedad una reforma constitucional impuesta, entre otras muchas actuaciones incoherentes que no son propias de un Partido que dice defender los intereses de los más desfavorecidos. Para nada.


El actual PSOE da la espalda a la calle, al clamor popular, al grito desesperado de una sociedad que vive angustiada y con miedo a una crisis galopante que sufren justo aquellos que el PSOE debería defender y no hace. Porque las medidas neoliberales impuestas por la UE nunca deberían haber sido adoptadas por un partido que dice ser obrero, ya indiqué que Zapatero debería haber dimitido antes que arrodillarse y renunciar a los ideales que nos representaban. No lo hizo y ahí comenzó a perder su credibilidad, Del “no nos falles” ha ido pasando al “por favor, no más”


La calle grita: “No nos representan” y tiene toda la razón, la clase política está más ocupada y preocupada en mantener sus insultantes prebendas que en velar por el interés de los ciudadanos que ingenuos ellos y yo, ahí les pusimos. Pero les da igual ese clamor mientras sus posaderas estén situadas en cómodos sillones cuanto mejor retribuidos mejor; les da igual estar en el Gobierno que en la oposición mientras el sillón exista.


Un Partido que se erige como democrático y participativo y que se comporta internamente como una auténtica tiranía, reprimiendo y castigando a las voces que no se encuentran de acuerdo con la línea marcada desde el aparato de turno. Y a las pruebas me remito.


Un partido en el que nadie dimite, en el que nadie asume las responsabilidades de la mala gestión ni de los errores cometidos. Pase lo que pase, con derrotas clamorosas e insultantes como en la Región de Murcia donde el PSOE está ya casi 20 años largos en la oposición y lo que queda, y nadie, nadie con relevancia significativa: El Secretario General: Pedro Saura, o la candidata Begoña García Retegui asumieron su fracaso y tuvieron la dignidad ni siquiera de amagar con la dimisión ¿Es que no escuchan el clamor de las urnas? Y otros “compañeros” que rotan y rotan: Se subieron a un coche oficial hace muchos años y no se han bajado: “Ahora tú eres Concejal, que luego serás Diputado y después ya se verá” ¿Nombres? Los hay, los hay..... sin dejar a un lado las quasi dinastías hereditarias ya asentadas y asumidas ¿La hay? También....


Un partido que se desangra por sus innumerables heridas internas. Con una perdida incuantificable de caudal humano, personas válidas que tuvieron que irse, algunos expulsados por decir lo que las bases y los ciudadanos pensaban, otros indignados y avergonzados del “siempre lo mismo”, como lo hago yo ahora.


Muchos de estos compañeros y compañeras, no se han quedado de brazos cruzados, y han preferido defender sus ideales socialistas y de progreso, desde otras formaciones que han tenido que constituir en sus municipios, como respuesta ante los ciudadanos, para la defensa de nuestros ideales y como alternativa a un PSOE muerto y que da la espalda a las necesidades de sus vecinos. Algunos de ellos han obtenido, en algún caso mejores resultados electorales que el partido que los repudió ¿No es eso una prueba de incompetencia absoluta?.


Cúpulas locales, regionales y federales que solo se acuerdan de las bases en campaña electoral para ensobrar, buzonear, pegar carteles de caras sonrientes y repetitivas, llenar pabellones y pagar las cuotas. Agrupaciones “controladas” por “los de siempre” o por títeres colocados por los anteriores donde solo importa no perder ese control se gane o se pierda. Es indiferente.


Un partido que está podrido por dentro y que presume de democracia interna y libertad de expresión siempre que no se salga del discurso marcado porque si te sales pasas a la lista negra de los que hay que aburrir a ver si se marchan. Un partido donde se hace uso y abuso de la duplicidad de puestos ¿Es qué no hay suficiente caudal humano? A este paso, evidentemente, no. Como Saturno, este Partido, devora a aquellos de sus hijos que pueden quitarle el trono.


Alguien podría decir: ¡Es que eso pasa en otros partidos! A mí, me es indiferente lo que pasa en otros partidos, es que en esos partidos eso que estoy intentando narrar me lo espero, va en su ideología, en su genética, en su origen pero lo que no me podía esperar era estos mismos comportamientos en un partido socialista. 

Podría seguir y seguir, pero ¿Qué os digo que no se sepa o se intuya?

Quiero terminar haciendo un llamamiento a la responsabilidad de los militantes de base, aquellos que día a día en la calle, en el bar, en la panadería, con vuestros amigos, con vuestros vecinos, con vuestra familia, defendéis con vuestra dignidad, con vuestra coherencia, con vuestro ejemplo los ideales socialistas, aquellos que sacáis la cara por este PSOE para que una y otra vez os abofeteen.


Perdonad, la crudeza de mis palabras y pido disculpas por anticipado si alguien se siente molesto pero es lo que pienso: O actuáis o seréis cómplices de lo que ocurra.


El poder, el verdadero poder está en vuestras manos. No podemos seguir apoyando con nuestro voto a personas que no representan los valores del partido que fundó Pablo Iglesias. Debéis reaccionar, quitaros los miedos, decid bien en alto lo que pensáis, levantaos ante lo que es un atropello. No pasa nada. Vosotros no vivís de esto, vosotros lleváis las siglas y los símbolos del PSOE en vuestra sangre, en vuestros desvelos. Gritad, gritad bien fuerte antes de que sea tarde.


Aún más tarde.

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