Han pasado solo 5 días del terremoto que sacudió la ciudad de Lorca y que produjo 9 victimas mortales, centenares de heridos y miles de personas en la calle debido a los derrumbes y daños estructurales en muchas de la viviendas y que ha provocado que miles de lorquinos se hayan visto obligados a pasar las noches -y sus días- en los campamentos habilitados al efecto.
Poco a poco se va llegando a una relativa "normalidad" aunque es evidente que pasarán varios meses hasta que la palabra "normalidad" pueda emplearse en pleno sentido de la palabra.
Es evidente el drama humano. Los lorquinos de origen español lo están teniendo un poquito más fácil porque quienes no han podido regresar a sus domicilios lo han hecho refugiándose en casa de familiares o amigos o bien los más privilegiados se han ido a sus segundas residencias en el campo o bien en la playa -muchos lorquinos tienen su segunda residencia en las playas de Águilas- pero quedan los "NI-NI", que son aquellos, básica y fundamentalmente inmigrantes que NI tienen familia que les de cobijo NI tienen una segunda residencia en la que refugiarse. Y son miles. No está de más recordar que Lorca tiene una muy importante tasa de población inmigrante. Por lo indicado, si observamos cualquier fotografía de algún periódico o alguna imagen de TV veremos que las colas para la recogida del desayuno, comida y cena son personas latinoamericanas, magrebíes o subsaharianos en el 90% de los casos.
Al respecto recomiendo la lectura de esta interesante reflexión de Edwind Winkels AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario