El Cabildo Superior de Cofradías de
En el caso de juez Ferrín Calamita el asunto es especialmente grave. El Cabildo ha argumentado que su mención de honor al hasta ahora juez representa, según su propia declaración, “un abrazo a un hermano que está sufriendo.” Si se trata de eso, corresponde tenerlo presente en sus oraciones, pero no concederle una distinción. Porque no se distingue sin más a todo el que sufre, sino que se distingue a quien, por sus méritos, se quiere proponer como modelo a los demás.
Lo que se dirime en el proceso contra el juez Calamita es si antepuso sus creencias a su función de juez. Él mismo dijo en su alegato final que primero era cristiano y después juez. Es precisamente eso lo que no puede ser aceptable en una sociedad pluralista. En el Estado moderno, la función jurisdiccional no la ejercen los cristianos, los budistas, los estoicos o los anarcosindicalistas. Los ciudadanos tienen derecho a que los enjuicie alguien que conozca la legislación vigente y la aplique con buen criterio e inteligencia. Y si esa no es la actitud de Calamita, entonces debería ejercer cualquier otra honorable profesión que no comprometa sus creencias. Lo que distingue al Estado moderno de los denostados Estados regidos por la ley islámica —que, por ejemplo, lapidan por adúlteras a las mujeres si han sido violadas por un hombre casado— es que las leyes se promulgan en un parlamento elegido democráticamente y en él se discuten con criterios racionales y objetivos, y no se suponen emanadas de la voluntad divina expresada en un libro directamente inspirado por esa divinidad y, por consiguiente, más allá de toda discusión racional.
En cuanto a los otros, a los que jalean a los alcaldes presuntamente inmersos en tramas de corrupción urbanística, Ángel Montiel en el diario La Opinión ha aportado claves, que se resumirían en “viva el alcalde si nosotros nos beneficiamos de sus decisiones presuntamente irregulares”.
Todo ciudadano sometido a un proceso penal queda acogido al principio de presunción de inocencia. Pero, mientras actúa
Las formas e instituciones en que se sustancia la democracia corren serio peligro de vaciarse si la ciudadanía no hace propios los valores de lo público frente a los intereses privados. Estado moderno o tribu. Ya va estando bien de cánticos tribales.
Bernar Freiría
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