La idea del juego limpio aplicada a las organizaciones políticas podría configurarse como que todo aquél que participa de las ventajas ofrecidas por su militancia en un partido debe contribuir a las obligaciones que esta comporta, ya que, en caso contrario, su comportamiento se asemejaría al de un gorrón.
Javier Mármol, a diferencia de otros, no es un gorrón. Yo le conozco. Es un compañero de sólidas convicciones socialistas, amigo de sus amigos pero leal a un compromiso con el tiempo y el espacio que le ha tocado vivir, transpira normalidad, disciplina y serenidad, con un aire de autenticidad y modernidad que algunos, sanamente, envidiamos, y con la ambición necesaria en cualquier persona que aspira a liderar un proyecto de la importancia y magnitud del PSRM.
Con la presentación de su candidatura a la Secretaría General del PSRM ha evidenciado además que es una persona valiente, comprometida con el futuro del proyecto socialista en nuestra región. Aún con el más que previsible respaldo mayoritario a su candidatura en el próximo congreso regional, ha demostrado arrojo en su compromiso con el socialismo murciano. Muchos se hubieran plegado a la comodidad de su situación, pero él no ha dudado en poner cara y voz a un deseo colectivo de muchos militantes y simpatizantes: ganar las próximas elecciones autonómicas y municipales.
Para quien dice ignorar donde va -dejando en evidencia donde quiere ir él-, la respuesta es sencilla: a gobernar en socialista nuestra Región. Porque muchos no nos conformamos con perder por más o por menos. Creemos que los ciudadanos de Murcia necesitan un compromiso real con el crecimiento sostenible, la educación de calidad, una sanidad eficaz Una política, en definitiva, que busque soluciones reales a sus problemas reales, y no meros slogans de confrontación.
Javier sabe que el partido socialista no es una organización nacida para repensar el futuro sino para gestionar el presente. Su único pecado es pertenecer a una generación posterior a la de otros dirigentes del partido, algunos de los cuales, expertos organizadores de la ceremonia de la confusión, le superan, sin ningún lugar a dudas, en sabiduría y pericia en el arte de poner palos en las ruedas del futuro, no dudando en recuperar viejas prácticas asentadas en la descalificación anónima, la filtración interesada y la amenaza velada.
Todo ello, en sentido contrario al objetivo de críticos palaciegos, no hace más que alentar un sentimiento de rebeldía frente quienes nos quieren hurtar un espacio que, además de legítimo, es necesario. Tal y como nos viene animando nuestro secretario general, el próximo congreso debe servir para abrir un debate sereno y profundo sobre el mensaje que los socialistas queremos trasmitir a la ciudadanía murciana y que nadie sea un problema en la búsqueda de las personas que pueden hacer mas creíble nuestro proyecto.
Las actitudes apasionadas de algunos en dirección contraria a lo públicamente explicitado por Pedro Saura, sólo conseguirán incitar un movimiento de desobediencia civil entre la militancia que encuentra su fundamento en las siguientes razones:
La obligación de exigir un proceso congresual que garantice la igualdad de oportunidades entre cualquier compañero que legítimamente aspire a liderar nuestro partido, así como el derecho a rechazar voluntariamente impúdicas reglas del juego en la planificación mediática que tengan por objeto negar la misma.
El deber moral de todo militante a facilitar un debate transparente y poner sordina a cualquier intento de distorsión o manipulación de la verdad: No tiene sentido decir que «no toca hablar de listas» y a renglón seguido ir pidiendo firmas a los delegados en aras a corroborar anticipadas e interesadas estadísticas precongresales.
La necesidad de que las acciones de todos y cada uno de nosotros sean abiertas y públicas: Causa sonrojo ver argüir el espantajo de mesas camilla y familias varias por parte de quienes tienen su origen bajo las faldas de aquellas y el mecenazgo de estas. Pero más sonrojo es ver cómo se hace -se manda hacer, mejor- detrás de las cortinas.
No obstante, quizás, un buen punto de cierre para hoy y de partida para mañana sería que más de uno, en vez de pensar en lo que este partido puede hacer por él, dedicara un poco de su tiempo, si no es mucho pedir, a pensar que puede hacer él por este partido, por esta Región.
Por hacerlo tú, Javier, gracias, muchas gracias en nombre de todos aquellos a quienes no asusta ni la democracia, ni la juventud, ni el cambio.
Víctor Meseguer es secretario general de la Agrupación Socialista de Algezares.
Javier Mármol, a diferencia de otros, no es un gorrón. Yo le conozco. Es un compañero de sólidas convicciones socialistas, amigo de sus amigos pero leal a un compromiso con el tiempo y el espacio que le ha tocado vivir, transpira normalidad, disciplina y serenidad, con un aire de autenticidad y modernidad que algunos, sanamente, envidiamos, y con la ambición necesaria en cualquier persona que aspira a liderar un proyecto de la importancia y magnitud del PSRM.
Con la presentación de su candidatura a la Secretaría General del PSRM ha evidenciado además que es una persona valiente, comprometida con el futuro del proyecto socialista en nuestra región. Aún con el más que previsible respaldo mayoritario a su candidatura en el próximo congreso regional, ha demostrado arrojo en su compromiso con el socialismo murciano. Muchos se hubieran plegado a la comodidad de su situación, pero él no ha dudado en poner cara y voz a un deseo colectivo de muchos militantes y simpatizantes: ganar las próximas elecciones autonómicas y municipales.
Para quien dice ignorar donde va -dejando en evidencia donde quiere ir él-, la respuesta es sencilla: a gobernar en socialista nuestra Región. Porque muchos no nos conformamos con perder por más o por menos. Creemos que los ciudadanos de Murcia necesitan un compromiso real con el crecimiento sostenible, la educación de calidad, una sanidad eficaz Una política, en definitiva, que busque soluciones reales a sus problemas reales, y no meros slogans de confrontación.
Javier sabe que el partido socialista no es una organización nacida para repensar el futuro sino para gestionar el presente. Su único pecado es pertenecer a una generación posterior a la de otros dirigentes del partido, algunos de los cuales, expertos organizadores de la ceremonia de la confusión, le superan, sin ningún lugar a dudas, en sabiduría y pericia en el arte de poner palos en las ruedas del futuro, no dudando en recuperar viejas prácticas asentadas en la descalificación anónima, la filtración interesada y la amenaza velada.
Todo ello, en sentido contrario al objetivo de críticos palaciegos, no hace más que alentar un sentimiento de rebeldía frente quienes nos quieren hurtar un espacio que, además de legítimo, es necesario. Tal y como nos viene animando nuestro secretario general, el próximo congreso debe servir para abrir un debate sereno y profundo sobre el mensaje que los socialistas queremos trasmitir a la ciudadanía murciana y que nadie sea un problema en la búsqueda de las personas que pueden hacer mas creíble nuestro proyecto.
Las actitudes apasionadas de algunos en dirección contraria a lo públicamente explicitado por Pedro Saura, sólo conseguirán incitar un movimiento de desobediencia civil entre la militancia que encuentra su fundamento en las siguientes razones:
La obligación de exigir un proceso congresual que garantice la igualdad de oportunidades entre cualquier compañero que legítimamente aspire a liderar nuestro partido, así como el derecho a rechazar voluntariamente impúdicas reglas del juego en la planificación mediática que tengan por objeto negar la misma.
El deber moral de todo militante a facilitar un debate transparente y poner sordina a cualquier intento de distorsión o manipulación de la verdad: No tiene sentido decir que «no toca hablar de listas» y a renglón seguido ir pidiendo firmas a los delegados en aras a corroborar anticipadas e interesadas estadísticas precongresales.
La necesidad de que las acciones de todos y cada uno de nosotros sean abiertas y públicas: Causa sonrojo ver argüir el espantajo de mesas camilla y familias varias por parte de quienes tienen su origen bajo las faldas de aquellas y el mecenazgo de estas. Pero más sonrojo es ver cómo se hace -se manda hacer, mejor- detrás de las cortinas.
No obstante, quizás, un buen punto de cierre para hoy y de partida para mañana sería que más de uno, en vez de pensar en lo que este partido puede hacer por él, dedicara un poco de su tiempo, si no es mucho pedir, a pensar que puede hacer él por este partido, por esta Región.
Por hacerlo tú, Javier, gracias, muchas gracias en nombre de todos aquellos a quienes no asusta ni la democracia, ni la juventud, ni el cambio.
Víctor Meseguer es secretario general de la Agrupación Socialista de Algezares.
1 comentario:
Les hacemos una invitación a ti y a tus lectores y lectoras para que suscriban la carta en apoyo a João Alfredo Telles Melo, abogado, asesor de Greenpeace y profesor de Derecho Ambiental, cuya lucha por la defensa del Río Cocó, en Brasil, está siendo criminalizada por la Prefectura de Fortaleza, estado de Ceará.
Saludos chilangos muy otros desde México.
Publicar un comentario