El Gobierno Nacional se mostró ayer dispuesto a trabajar en un gran pacto nacional del agua, en el que además de usuarios y principales fuerzas políticas, estén presentes las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias.
Así lo ha señaló la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, al término de la reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y junto a los representantes del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura.
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Espinosa destacó que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa señaló además que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, apuntó que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa reiteró que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.
La ministra Espinosa no descartó una interconexión de cuencas, si bien insistió en que el trasvase del Ebro está derogado, y podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno.
En cuanto a la derogación o no de la “situación de emergencia” por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa anunció que durante el fin de semana ha mantenido diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.
Asimismo, informó de que la mañana de ayer la capacidad de los embalses de las cuencas que abastecen el interior de Cataluña estaba ya al 55 por ciento y que una vez que quede garantizado el abastecimiento urbano de agua en Cataluña las obras de conducción desde el Ebro “no tienen ningún sentido”.
elfaro.es
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Espinosa destacó que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa señaló además que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, apuntó que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa reiteró que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.
La ministra Espinosa no descartó una interconexión de cuencas, si bien insistió en que el trasvase del Ebro está derogado, y podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno.
En cuanto a la derogación o no de la “situación de emergencia” por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa anunció que durante el fin de semana ha mantenido diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.
Asimismo, informó de que la mañana de ayer la capacidad de los embalses de las cuencas que abastecen el interior de Cataluña estaba ya al 55 por ciento y que una vez que quede garantizado el abastecimiento urbano de agua en Cataluña las obras de conducción desde el Ebro “no tienen ningún sentido”.
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