El ex portavoz popular Eduardo Zaplana llevaba mucho tiempo “harto” de Mariano Rajoy y según su entorno ya a finales de 2003 había vinculado su continuidad en el partido a la victoria electoral en las recientes elecciones del 9-M. Entre los reproches que Zaplana hacía al líder de su partido figuraban que este hubiera cedido ante Javier Arenas para apoyar la reforma del Estatuto andaluz, o que no apostara más decisivamente por las teorías de la conspiración que vinculaban a ETA con los atentados islamistas del 11-M.
El malestar de Zaplana con Rajoy, al que se limitó a avisar instantes antes de que se hiciera pública su marcha a Telefónica y justo el mismo día en que anunciaba el equipo parlamentario que dará la réplica el Gobierno socialista esta legislatura, venía de muchos meses atrás.
Los “bandazos” de Rajoy
Los zaplanistas del PP aseguran que el ex portavoz decía estar “harto” de Rajoy y que ya en otoño de 2006 decidió abandonar la política si se volvían a perder las elecciones, según cuenta El Confidencial. En una reunión con su camarilla en aquellas fechas, Zaplana habría asegurado en referencia a Mariano que “con este tío es imposible que ganemos las elecciones” y lo atribuyó a sus “bandazos” estratégicos.
Incoherencias con Estatuto andaluz
Entre los principales reproches al líder del PP estaba que hubiera cedido ante Javier Arenas para apoyar la reforma del Estatuto andaluz, donde el preámbulo definía a Andalucía como una “realidad nacional”. Y es que si Rajoy justificó ese apoyo diciendo que “realidad nacional” era “poco más que una cita literaria o un adorno retórico”, seis meses antes había reprochado a Zapatero que “realidad nacional es sinónimo de nación”. Zaplana tampoco estaba de acuerdo con llevar al Constitucional determinados artículos del Estatuto de Cataluña y no del andaluz cuando éstos eran prácticamente iguales.
Rajoy “no exprimió” la teoría de la conspiración
Otro de los puntos de fricción entre Zaplana y Rajoy habría sido la actitud de éste último ante las teorías de la conspiración, ya que ni se decidía a darles carpetazo, ni las utilizaba como principal argumento de oposición tal y como reclamaban medios como El Mundo o la COPE. Zaplana era “partidario de exprimir hasta el final las incógnitas sobre las supuestas conexiones entre ETA y el terrorismo islamista” y de hecho convirtió en preguntas en el Parlamento algunas de las investigaciones del diario de Pedro J. en este sentido.
Su marcha es culpa de Rajoy
El digital de Jesús Cacho asegura que Zaplana se comprometió a pesar de todo a no dejar “en la estacada” a los suyos y esperar al resultado del 9-M, atribuyendo así a la derrota electoral personal de Rajoy la decisión de abandonar.
Otras visiones de lo ocurrido
elplural.es
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