¡Pobre Mariano!

Por si no hubiera sufrido bastante en la reciente campaña electoral, ahora, don Mariano tiene que afrontar otra campaña dentro de su propio partido para buscar apoyos y reafirmar su candidatura para el Congreso de junio.

Una situación complicada es la que tiene don Mariano para seguir al frente del PP. Y es que, ¿qué fe se puede tener en quien después de haber sido nombrado a dedo no ha podido o no ha sabido ejercer de líder y, además, ha perdido dos oportunidades electorales seguidas?

Uno de los mayores errores de don Mariano fue permitir que otros le marcaran el itinerario. Eligió compañeros de viaje -dentro y fuera del PP- que le condujeron por caminos escabrosos que han terminado por perderle en la maleza. Compañeros que parecía que le daban alas, pero le han hundido en el cieno, han salido corriendo y le hicieron perder las últimas elecciones.

Ya es demasiado tarde para que don Mariano pueda rectificar. Ahora, la embarcación del PP zozobra por el contraste de los vientos, y buscan entre los marineros un timonel que, además de saber gobernar, les pueda llevar al puerto tan anhelado del Gobierno de España. ¿Lo encontrarán?

Pedro Serrano Martínez