Ésta fue la única clave de escritura de José María Díez-Alegría, al menos para su libro más polémico del que se vendieron 200.000 ejemplares, "Yo creo en la esperanza" (1972). Tras su publicación, tuvo que abandonar la Compañía de Jesús y convertirse en un "jesuita sin papeles". Y así sigue desde entonces. Pero su obra se convirtió en el libro de cabecera de generaciones de católicos.
Las siguientes son algunas de sus afirmaciones más controvertidas y provocadoras:
"Dios no cree en el Vaticano"
"La iglesia tiene que alejarse del capitalismo y acercarse a los pobres"
"El limbo es un invento, una especie de guardería infantil eterna y beata"
"Soy consciente del silencio de Dios, de la impotencia de Dios ante la opresión de los pobres y el dolor de los inocentes"
"Marx es el enviado de Dios para demostrar al mundo que Dios está con los oprimidos, con los pobres y contra la opresión"
"El cristianismo debe comprometerse en la revolución socialista"
"Por su complejidad y tamaño, la iglesia necesita una base económica que de manera inexcusable, la hace solidaria con los intereses del gran capitalismo"
José Manuel Vidal - "Magacine" de "El Mundo"
(Me imagino que para "alguno" habrá que dejar de comprar y leer "El Mundo" por entrevistar a este Sr. que tuvo que abandonar la Compañía de Jesús por expresar las indicadas afirmaciones o quizá que se me lapide a mi por reproducirlas. Todo es posible)
No hay comentarios:
Publicar un comentario