Mariano Rajoy se precipita hacia las elecciones arrastrado por su propio partido. Cuando el líder de la oposición defiende la necesidad de volver a aparecer como alternativa de Gobierno, los sectores más duros del partido, ancarnados en Aznar y Mayor Oreja desplazaron ayer el discurso a posiciones propias de la derecha más conservadora.
Aznar, acaparó parte del protagonismo de esa jornada. El ex presidente se centró en la política antiterrorista de Zapatero. Con el mismo tratamiento que ha conseguido hundir a Rajoy en las encuestas de liderazgo y que le hizo perder el último Debate del Estado de la Nación, Aznar esgrimió el atentado del pasado martes contra Zapatero.
Mientras, el ex ministro Jaime Mayor Oreja se había encargado de remover uno de los temas que más endurecen el discurso popular. "¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo?" se preguntaba el ahora euro parlamentario en una entrevista publicada ayer por La Voz de Galicia. Resucitó el debate sobre por qué el PP ha evitado condenar siempre la Dictadura e hizo suya la defensa de la dictadura. Entre sus argumentos Mayor Oreja aludió a la "naturalidad y normalidad" con la que "muchas familias vivieron el franquismo. "¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?", expuso. Para el ex ministro, si el consenso de la Transición evitaba la división entre los españoles no existe motivo, para volver a discutir "quienes fueron más asesinos en la guerra".
Mayor Oreja fue más allá. En su opinión, en el País Vasco se vivió tal "situación de extremada placidez" que hasta los guardia civiles gallegos pedían allí destino.
Las declaraciones provocaron revuelo desde el primer momento y Ángel Acebes, secretario general del PP, se lanzó a apagar el incendio: "Lo que quería dejar claro es que traer a la actualidad el dolor del enfrentamiento que supuso la Guerra Civil no aporta nada nuevo a la convivencia". Aunque Público trató de conocer la versión del europarlamentario no fue posible contactar con él.
Memoria histórica
Acebes, también ex ministro de los gabinetes de Aznar, desvió el debate hacia la ley de Memoria Histórica que está a punto de aprobar el Congreso. El secretario general del PP, se mostró de acuerdo con Mayor Oreja en que "se está rompiendo el acuerdo de concordia de la Transición" y añadió que "ojalá nunca esté aprobada la ley del rencor, la división y el enfrentamiento".
Aunque aseguró que los ayuntamiento populares cumplirán la ley y retirarán los símbolos franquistas, el ex ministro insinuó que su cumplimiento dependerá también de los márgenes que permita y como se apruebe.
Incumplimiento de la ley
Más explicito fue el diputado y ponente popular de la ley, Jorge Fernández Díaz. En una entrevista, el político aseguró que un gobierno del PP tras las elecciones generales, no pondrá en práctica la ley que pretende aprobar el Gobierno durante los próximos días.
Fernández Díaz calificó la las medidas recogidas en el proyecto de ley de Memoria Histórica "políticas de división". El diputado no especificó si la solución pasará por derogar o modificar la ley pero aseguró que "el PP es un partido predecible" y "nadie puede esperar que aplique políticas de memoria como las que pide IU".
publico.es
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