Explorando la neurobiología de la clase política, los científicos han encontrado que los progresistas toleran la ambigüedad y el conflicto mejor que los conservadores, pero no lo hacen por intereses políticos, sino por la manera de trabajar de sus cerebros.
En un experimento publicado en la revista Nature Neuroscience recogido por 'Los Angeles Times', un equipo de científicos de las universidades de Nueva York y UCLA ha demostrado que la orientación política está relacionada con las diferencias a la hora procesar la información por parte del cerebro.
Los estudios psicológicos anteriores encontraron que los conservadores tienden a ser más rectos y persistentes en sus juicios, mientras que los progresistas son más abiertos a las nuevas experiencias. Pero el último estudio se encontró con que esos rasgos no están sujetos a las situaciones políticas.
Los resultados demuestran que "hay dos estilos cognoscitivos, uno liberal y otro conservador", dijo el doctor Dr. Marco Iacoboni (UCLA).
Los participantes en el estudio fueron estudiantes cuyo espectro ideológico abarcaba de lo más liberal a lo más conservador. En una de las pruebas, tenían instrucciones de pulsar un teclado cuando una 'M' apareciese en un monitor de la computadora y dejar de hacerlo cuando vieran una 'W'.
El resultado fue que los progresistas tenían más actividad del cerebro e incurrieron en menos equivocaciones que los conservadores cuando vieron una 'W', mientras que ninguno de los dos bando falló con la 'M'.
20minutos.es
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