El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, cree que el presidente del PP, Mariano Rajoy, "debería ponerse a trabajar" sin esperar al final de las vacaciones y aprovechar los próximos meses para dar un giro estratégico. A su juicio, el primer partido de la oposición está inmerso en una "deriva extremista" y su líder está "hundido" en las sondeos y "en caída libre".
Las últimas encuestas, según el dirigente socialista, sitúan a Mariano Rajoy como "el líder peor valorado por los españoles en toda la historia de la democracia" por lo que "debería ponerse a trabajar para compensar esta situación". "Ahora mismo está en caída libre y su situación no es precisamente halagüeña". El PP presenta esta situación en las encuestas porque "los españoles no ven que trabaje por ellos, sino que ven que trabaja simplemente por la utilización de aquello que no hay que utilizar en contra del Gobierno", como es el terrorismo.
"El PP no trabaja por el progreso social, económico, profesional, la modernización de las infraestructuras, las tecnologías o el papel de España en el mundo. Deberían tgirar en su estrategia, que hasta ahora ha sido muy poco útil para los españoles".
Dimisiones, crispaciones y discrepancias
Para López Garrido, esta "deriva extremista" del PP está provocando "dimisiones, crispaciones y discrepancias" en el partido de Rajoy, como los casos de Josep Piqué, que dimitió como presidente del PP catalán, y de Jaume Matas, que ha abandonado la política. "Me imagino que los sectores más centristas del PP, que los debe haber, están muy preocupados por la deriva tan extremista que ha tomado el partido".
Frente a ello, ha apostillado que el PSOE afronta el último curso político previo a las elecciones generales con intención de "hablar del futuro de España, planteando retos a los españoles y sin mirar en el retrovisor".
Sobre el papel del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y su 'omnipresencia' pública en contraste con los demás miembros del Ejecutivo, el portavoz socialista se ha escudado en que el presidente, al ser quien dirige la política del Gobierno, tiene una "posición central". "El Ejecutivo actúa con una eficacia que es valorada por la gente pero la confianza tiende a resumirse siempre en la persona que lo dirige. Un presidente como Zapatero, que tiene tanto crédito y tanta confianza acumulada, está siempre en primera línea, que es lo que tiene que hacer y lo hace muy bien. Es lo que ocurre en las democracias de primeros ministros y así sucede en Reino Unido o Alemania".
laverdad.es
Las últimas encuestas, según el dirigente socialista, sitúan a Mariano Rajoy como "el líder peor valorado por los españoles en toda la historia de la democracia" por lo que "debería ponerse a trabajar para compensar esta situación". "Ahora mismo está en caída libre y su situación no es precisamente halagüeña". El PP presenta esta situación en las encuestas porque "los españoles no ven que trabaje por ellos, sino que ven que trabaja simplemente por la utilización de aquello que no hay que utilizar en contra del Gobierno", como es el terrorismo.
"El PP no trabaja por el progreso social, económico, profesional, la modernización de las infraestructuras, las tecnologías o el papel de España en el mundo. Deberían tgirar en su estrategia, que hasta ahora ha sido muy poco útil para los españoles".
Dimisiones, crispaciones y discrepancias
Para López Garrido, esta "deriva extremista" del PP está provocando "dimisiones, crispaciones y discrepancias" en el partido de Rajoy, como los casos de Josep Piqué, que dimitió como presidente del PP catalán, y de Jaume Matas, que ha abandonado la política. "Me imagino que los sectores más centristas del PP, que los debe haber, están muy preocupados por la deriva tan extremista que ha tomado el partido".
Frente a ello, ha apostillado que el PSOE afronta el último curso político previo a las elecciones generales con intención de "hablar del futuro de España, planteando retos a los españoles y sin mirar en el retrovisor".
Sobre el papel del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y su 'omnipresencia' pública en contraste con los demás miembros del Ejecutivo, el portavoz socialista se ha escudado en que el presidente, al ser quien dirige la política del Gobierno, tiene una "posición central". "El Ejecutivo actúa con una eficacia que es valorada por la gente pero la confianza tiende a resumirse siempre en la persona que lo dirige. Un presidente como Zapatero, que tiene tanto crédito y tanta confianza acumulada, está siempre en primera línea, que es lo que tiene que hacer y lo hace muy bien. Es lo que ocurre en las democracias de primeros ministros y así sucede en Reino Unido o Alemania".
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