El banco ha explicado que la clave de los resultados está en una fuerte expansión de la actividad, que crece un 16%, y una mejora del diferencial entre el rendimiento del crédito y el coste de los recursos. Esto ha permitido que los ingresos crezcan más del doble que los costes, un 22% frente a un 10%, lo que lleva a que el margen de explotación crezca un 34%.
Los créditos crecieron un 16%, mientras que los recursos de clientes lo hicieron un 17%. Además, la tasa de morosidad se sitúa en el 0,83%, con un descenso de 0,05 puntos, y la tasa de cobertura se sitúa en el 169%, ocho puntos menos que hace un año.
La entidad ha destacado que estos resultados les permitirán terminar el año con un beneficio atribuido de 8.000 millones de euros, sin incluir resultados extraordinarios, según lo anunciado en la junta de accionistas del 23 de junio. De hecho, en el período entre abril y junio de este año se ha superado por primera vez en la historia del Banco la cifra de 2.000 millones de beneficio en un solo trimestre, con 2.090 millones.
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