La prensa conservadora pone a caldo a Matas

Consigna genovesa de obligado cumplimiento, dirigida a la prensa afín: leña a Jaume Matas hasta que hable inglés. El comunicado oficial del PP valorando el súbito adiós de Matas fue protocolariamente cortés. El texto elogiaba al fugitivo por su “impecable trayectoria política al servicio del partido y de los ciudadanos”. Pues menos mal que la trayectoria del ex líder del PP balear fue “impecable”, que si no Rajoy y Acebes, vía Aznar, lo entregan a Bush pidiendo al amigo americano que lo encierre en Guantánamo.

Editorial de La Razón. Título: “La espantada de Matas, una traición a sus votantes”. La primera en la frente: “Ha abierto una crisis cuyas consecuencias pueden ser de suma gravedad para (…) el PP de las islas”. El editorialista del diario ultramontano diagnostica: “Arrebato de soberbia (…) Matas atiende exclusivamente intereses personales”. Ajuste de cuentas por sus declaraciones, poco antes de las elecciones catalanas, cuando dijo que él, de ser catalán, votaría a CiU, y por haber fichado a la escritora María de la Pau Janer, musa de Artur Mas: “Los votantes (…) apoyaron al proyecto popular (…) no para que lo dinamitara adornándose con mensajes o compañías contrarias al PP”. Más claro el agua.

Desleal con quien siempre lo apoyó
Acusación de alto voltaje: “Traición al compromiso contraído con el partido”. También en el mencionado periódico, atención al artículo de Francisco Marhuenda, jefe de Gabinete de Rajoy durante la primera legislatura del PP y, desde hace unos años, director de la edición catalana de La Razón. Pone Marhuenda a Matas de vuelta y media. Se ha ido Matas “por la puerta de servicio”. “Es una renuncia que no tiene ni sentido ni justificación. No se puede ser tan egoísta (…) y desleal con sus votantes y con Rajoy que siempre lo apoyó”.

Delito de desobediencia
El delito de Matas ha sido el de desobediencia a la jerarquía. Le dijo al líder máximo de su partido que, a pesar de sus súplicas, no iba a continuar como presidente del PP balear y jefe de la oposición hasta después de las elecciones de marzo, cuando se juega Rajoy su futuro. Y se lo dijo por dos veces a Acebes, el secretario general genovés. “Con su abandono ha dado motivos para que la opinión pública transforme su victoria electoral en una derrota aparente”, sostiene el editorial de ABC.

Pasivo gravoso
Añade el rotativo madrileño de Vocento: “Jaume Matas se ha precipitado. Además, ha instalado en su partido una crisis que era perfectamente evitable, anotando un pasivo gravoso al saldo electoral obtenido por Rajoy el 27-M (…) A pocos meses de unas elecciones generales, al PP no le rendirán ningún beneficio desmarques intempestivos como el protagonizado por Matas”.

“Un agujero a Rajoy”
Charo Zarzalejos, cronista de ABC, señala que Matas “ha hecho un agujero a Rajoy (…) En Génova hay disgusto y malestar con (…) Jaume Matas”. El Mundo, por su parte, elude criticar al amigo de Pedro J. Ramírez. Su editorial augura “negros nubarrones sobre Baleares”. El nuevo Gobierno, que presidirá el socialista Antich, es “radical, nacionalista, más inestable, cargado de incertidumbres y nubarrones en lo económico y de sospechas de corrupción en el plano moral”.

¿Tránsfuga encubierto?
En las páginas de información, El Mundo subraya la “fatiga política que Matas venía arrastrando de atrás, también en relación con el propio PP de Madrid, del que se sentía cada vez más apartado”. ¿Hace tiempo, por tanto, que Matas era una especie de tránsfuga encubierto, un traidor en ciernes, más preocupado por comprar su económicamente deslumbrante palacete renacentista que por la suerte del PP?
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“Aquí no dimite nadie”
“Aquí no dimite nadie”, sentenció Rajoy horas más tarde de que se cerrasen las urnas del 27-M. Matas le ha plantado cara. Osado atrevimiento. Tras elogiarlo, Rajoy dio instrucciones a su fiel muchachada periodística de clavarle el puñal por la espalda. Génova no paga a traidores.