El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha elegido Murcia para debutar en la campaña a las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo 27 de mayo. Este es un hecho que no puede pasar desapercibido para nadie: Murcia es una de las seis comunidades en las que gobierna el PP, y lo hace desde hace doce años con mayoría absoluta. A partir de las siete y media de la tarde de hoy, Zapatero intervendrá en el mitin-fiesta con el que los socialistas arrancan la campaña en el Palacio Municipal de Deportes (Las Atalayas), lo que significará un espaldarazo singular al candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Murcia, Pedro Saura, y a la candidata a la alcaldía de la capital, María José Alarcón.
La comunidad murciana se ha situado durante el duodenato valcarcelista en una de las primeras regiones en el ranking de corrupción urbanística. Diecisiete altos cargos del PP están inmersos en causas judiciales. La Fiscalía Anticorrupción investiga al propio Gobierno de Valcárcel. El plato fuerte de la intervención de Zapatero será, con toda seguridad, su desafío a la corrupción que lacera, especialmente, a esta región, sobre todo después de que ayer el Congreso de los Diputados aprobara la nueva Ley del Suelo.
Zapatero centrará su campaña en los logros del Gobierno, en el avance de las políticas sociales, en el crecimiento económico, en el desarrollo de los derechos civiles, en unas administraciones públicas al servicio de la ciudadanía y la sociedad, en un poder político que lucha por las desigualdades y que cree en las instituciones del Estado de Derecho, como es la Justicia. No hará mención expresa a la política antiterrorista. En el haber del Gobierno de Zapatero hay leyes importantes, además de la del Suelo, aprobada ayer, como son la leyes de Dependencia e Igualdad, entre otras. La campaña socialista se centrará también en la enseñanza, la sanidad, la vivienda, las infraestructuras y el respeto y la protección del patrimonio natural y el medio ambiente.
La comunidad murciana se ha situado durante el duodenato valcarcelista en una de las primeras regiones en el ranking de corrupción urbanística. Diecisiete altos cargos del PP están inmersos en causas judiciales. La Fiscalía Anticorrupción investiga al propio Gobierno de Valcárcel. El plato fuerte de la intervención de Zapatero será, con toda seguridad, su desafío a la corrupción que lacera, especialmente, a esta región, sobre todo después de que ayer el Congreso de los Diputados aprobara la nueva Ley del Suelo.
Zapatero centrará su campaña en los logros del Gobierno, en el avance de las políticas sociales, en el crecimiento económico, en el desarrollo de los derechos civiles, en unas administraciones públicas al servicio de la ciudadanía y la sociedad, en un poder político que lucha por las desigualdades y que cree en las instituciones del Estado de Derecho, como es la Justicia. No hará mención expresa a la política antiterrorista. En el haber del Gobierno de Zapatero hay leyes importantes, además de la del Suelo, aprobada ayer, como son la leyes de Dependencia e Igualdad, entre otras. La campaña socialista se centrará también en la enseñanza, la sanidad, la vivienda, las infraestructuras y el respeto y la protección del patrimonio natural y el medio ambiente.
Zapatero ha decidido que su primer mitin de campaña sea en Murcia por ser un feudo socialista perdido hace doce años, pero con un PSRM-PSOE renovado desde que en 2004 se alzara con la secretaría general Pedro Saura, profesor de la universidad murciana y portavoz de Economía en el Congreso de los Diputados, que ha sabido darle savia nueva, fuerza y coraje para poder acabar con los doce años de varcacelato.
Aunque por algunos observadores estas municipales y autonómicas hayan sido calificadas de “primarias” de cara a las generales de 2008, como una batalla campal entre Zapatero y Rajoy, para la comunidad murciana son de una importancia capital dado que los socialistas consideran “agotado” al PP murciano y quieren movilizar al electorado, ya que tradicionalmente la abstención perjudica a los partidos de izquierda.
Según las estadísticas que manejó hace dos meses el PSRM-PSOE, los votos del 27 de mayo pueden dar 26, de las 45 alcaldías de la región, a los candidatos socialistas. Éstos habrían bajado de 20 a cuatro puntos de diferencia en la capital. Entre sus objetivos está recobrar los votos perdidos en las pedanías del municipio, antiguo granero socialista.
Aunque por algunos observadores estas municipales y autonómicas hayan sido calificadas de “primarias” de cara a las generales de 2008, como una batalla campal entre Zapatero y Rajoy, para la comunidad murciana son de una importancia capital dado que los socialistas consideran “agotado” al PP murciano y quieren movilizar al electorado, ya que tradicionalmente la abstención perjudica a los partidos de izquierda.
Según las estadísticas que manejó hace dos meses el PSRM-PSOE, los votos del 27 de mayo pueden dar 26, de las 45 alcaldías de la región, a los candidatos socialistas. Éstos habrían bajado de 20 a cuatro puntos de diferencia en la capital. Entre sus objetivos está recobrar los votos perdidos en las pedanías del municipio, antiguo granero socialista.
vegamediapress.com
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