La capacidad de difusión para hacer llegar al mayor número posible de personas, informaciones o pensamientos, ha sido explotada, a lo largo de la Historia de la Humanidad con una intencionalidad no siempre limpia, mucho menos objetiva. El concepto de objetividad, aunque todos creemos saber qué significa, bajo mi punto de vista, estamos muy lejos de acercarnos a un atisbo de lo que teóricamente es. No es malo aceptar esa lejanía conceptual, no es malo aceptar que la subjetividad es un hecho intrínseco a cada ser humano; en todo caso, supuesto que somos gregarios, supuesto que nos agrupamos alrededor de unas afinidades, unas veces religiosas, otras ideológicas, otras deportivas o simplemente de ocio, lo cierto es que, a lo sumo, logramos rescatar puntas de iceberg, en los citados ámbitos, que nos hacen creer que estamos situados en la cúspide de lo objetivo, cuando en realidad, no hacemos sino situarnos en la subjetividad colectiva. Pero insisto, aceptar esa circunstancia, no es nada malo, es el primer gran paso que, siempre en la lejanía, nos aproxima a eso que llamamos objetividad.
Para mañana, sábado 5 de mayo, está previsto un acto, en el que se conmemora el segundo aniversario de “El Periódico de Cehegín”, publicación mensual que se edita bajo el auspicio del actual gobierno municipal. Cuando se puso en marcha, hace dos años, se anunció como el único periódico que, tras varias décadas, según rezaban las proclamas propagandísticas, volvía a dotar a Cehegín de un servicio público, inexistente en ese momento, lo cual era del todo falso, puesto que Todocehegin llevaba más de un año en la calle fiel a su cita mensual con todos los cehegineros, cita que, tres años y cuatro meses después, se da con rigurosa puntualidad. Además, entre otras lisonjas, se anunció su gratuidad, lo cual, tampoco es cierto, puesto que somos todos los cehegineros quienes sufragamos los gastos que depara. En cualquier caso, la existencia de un nuevo medio informativo, salvando esa falta de limpieza al enunciar ambas premisas en su estreno, siempre podría vislumbrarse como un motivo para la esperanza. Pero, estos dos años de publicación, no han dejado margen para seguir albergando esperanza alguna de transparencia y diversidad informativas. Sus contenidos, son una permanente oda grandilocuente, ensalzando hasta el paroxismo la labor del actual gobierno municipal, donde la pluralidad informativa, y no digamos de opinión, brillan por su ausencia.
No contentos, con estos dos años de propaganda escrita, sufragada por los ciudadanos, durante las últimas semanas se emiten cuñas publicitarias en radio, en nombre del Ayuntamiento de Cehegín, cuyos contenidos no pretenden concienciar a la ciudadanía frente a circunstancias sociales que merezcan esforzarse para potenciar determinados comportamientos o actitudes ante asuntos como la Educación, la Cultura, el Medio Ambiente, la Sanidad, y tantas y tantas facetas que merecerían estar permanentemente en la cresta de toda buena acción de gobierno coparticipe con los ciudadanos. Qué va, vuelven a ser, ahora con mucho más descaro, zafios en los mensajes, siendo de nuevo los ciudadanos quienes pagamos esa zafiedad.
Demasiadas trampas, por toda la geografía española, se vienen denunciando ante la inminencia de las urnas. Llevamos más de tres años donde la mentira ha intentado abrirse camino a codazos, se la ha conseguido frenar; pero, para quienes las instituciones son meros títeres manejables a su antojo, cuando se tienen responsabilidades de gobierno; u objetivos a minar, hasta hundirlas, cuando no se tienen dichas responsabilidades, estos abusos no son sino meros juegos de niños. Es deseable que la cordura, por el bien de la salud democrática de nuestro país, se imponga y frene tantos desmanes, de lo contrario, si las reglas básicas de la democracia siguen en esa imparable caída en picado, estaremos hipotecando el futuro de nuestros hijos.
Se puede avanzar desde la subjetividad, nunca sin limpieza.
Carmen García Camacho
Carmen García Camacho
1 comentario:
Señora, o Señorita: Este tipo de afirmaciones..."Además, entre otras lisonjas, se anunció su gratuidad, lo cual, tampoco es cierto puesto que somos todos los cehegineros quienes sufragamos los gastos que depara"...no son más que una objetiva demagogia. Por lo demás, somos del mismo parecer, desde que cayó en nuestras manos el primer ejemplar de dicho periódico.
Por otra parte, cabe señalar que hoy día (discrepando de la costumbre) ¿qué periódico de este país, sea el alcance que tenga, no muestra el mismo proceder, máxime cuando detrás de cada uno se halla la objetiva opinión de un único partido político?
Un saludo desde "La nave de los argonautas"
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