La redacción digital no es radicalmente distinta a la convencional, pero presenta algunas peculiaridades derivadas del formato que debemos tener en cuenta. A la hora de escribir un texto para Internet, pensemos en estos cinco pasos.
1. Leer antes de escribir
En pantalla no leemos igual que sobre el papel: más bien escaneamos. Por ello, el redactor no puede recurrir a una estructura secuencial del tipo “introducción --> desarrollo --> conclusión. Es imprescindible ordenar la información y priorizar los aspectos más relevantes. Para ello, antes de escribir, debemos familiarizarnos con TODA la información y establecer una jerarquía de mensajes.
2. Ordenar antes de teclear
Conocida la información, debemos estructurarla en un árbol que organice los distintos recorridos propuestos al usuario. Este árbol hace las funciones de “multiesquema” y nos guía a la hora de redactar el texto y de codificarlo. Es importante establecer dónde proporcionamos qué información a nuestro visitante. Recuerda: sólo el 30% de los usuarios llegará a tu sitio web por la home.
3. Trocear y resumir
Para enfrentar el reto de la no linearidad, podemos dividir el corpus de información en mensajes y para cada idea, redactar un párrafo. Los párrafos deben poder leerse por si mismos, ya que no podemos inferir del lector on-line que lea el anterior y posterior para comprender el párrafo en que está.
Dado que el usuario es un cazados de información impaciente, resumiremos el texto de modo que la lectura se centre en los aspectos esenciales. Si debemos pasar un texto en papel a la pantalla, la regla es reducir su extensión en un 50%.
4. Enlazar
La diferencia entre el texto y el hipertexto es el enlace. Los links nos permiten relacionar mensajes entre sí y crear recorridos para el usuario. Nos permiten colocar la información secundaria fuera del mensaje principal, como si fuera una nota al pie. Nos proporcionan credibilidad al dirigir al usuario a la fuente de la información. Un texto en pantalla sin enlaces es un texto mal aprovechado.
5. Editar
La dificultad de lectura hace que, al redactar, se nos pasen por alto errores ortotipográficos. Estos gazapos constituyen una trampa mortal, por cuanto su presencia atenta contra la credibilidad que un usuario concede a nuestra página. Para evitarlos, resulta imprescindible utilizar el corrector y, cuando sea posible, solicitar a otra persona que revise nuestro texto antes de publicarlo.
Estos cinco pasos están desarrollados en mi libro Aprender Comunicación Digital. En él encontrarás otros consejos de redacción digital.
Esta Gazetta vuelve a tu buzón el día 15 de marzo. Mientras esta conversación continua en nuestro blog.
Neus
Neus Arqués es Socia Directora de Manfatta, empresa de marketing especializada en nuevos formatos.
1. Leer antes de escribir
En pantalla no leemos igual que sobre el papel: más bien escaneamos. Por ello, el redactor no puede recurrir a una estructura secuencial del tipo “introducción --> desarrollo --> conclusión. Es imprescindible ordenar la información y priorizar los aspectos más relevantes. Para ello, antes de escribir, debemos familiarizarnos con TODA la información y establecer una jerarquía de mensajes.
2. Ordenar antes de teclear
Conocida la información, debemos estructurarla en un árbol que organice los distintos recorridos propuestos al usuario. Este árbol hace las funciones de “multiesquema” y nos guía a la hora de redactar el texto y de codificarlo. Es importante establecer dónde proporcionamos qué información a nuestro visitante. Recuerda: sólo el 30% de los usuarios llegará a tu sitio web por la home.
3. Trocear y resumir
Para enfrentar el reto de la no linearidad, podemos dividir el corpus de información en mensajes y para cada idea, redactar un párrafo. Los párrafos deben poder leerse por si mismos, ya que no podemos inferir del lector on-line que lea el anterior y posterior para comprender el párrafo en que está.
Dado que el usuario es un cazados de información impaciente, resumiremos el texto de modo que la lectura se centre en los aspectos esenciales. Si debemos pasar un texto en papel a la pantalla, la regla es reducir su extensión en un 50%.
4. Enlazar
La diferencia entre el texto y el hipertexto es el enlace. Los links nos permiten relacionar mensajes entre sí y crear recorridos para el usuario. Nos permiten colocar la información secundaria fuera del mensaje principal, como si fuera una nota al pie. Nos proporcionan credibilidad al dirigir al usuario a la fuente de la información. Un texto en pantalla sin enlaces es un texto mal aprovechado.
5. Editar
La dificultad de lectura hace que, al redactar, se nos pasen por alto errores ortotipográficos. Estos gazapos constituyen una trampa mortal, por cuanto su presencia atenta contra la credibilidad que un usuario concede a nuestra página. Para evitarlos, resulta imprescindible utilizar el corrector y, cuando sea posible, solicitar a otra persona que revise nuestro texto antes de publicarlo.
Estos cinco pasos están desarrollados en mi libro Aprender Comunicación Digital. En él encontrarás otros consejos de redacción digital.
Esta Gazetta vuelve a tu buzón el día 15 de marzo. Mientras esta conversación continua en nuestro blog.
Neus
Neus Arqués es Socia Directora de Manfatta, empresa de marketing especializada en nuevos formatos.
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