Declara en elplural.com Bárbara Dürkhop, eurodiputada socialista, viuda del senador del PSE-PSOE Enrique Casas, asesinado por ETA, que le parece una “inmoralidad” los gravísimos reproches de Mariano Rajoy al Gobierno a cuenta de las víctimas del terrorismo. Asegura Dürkhop que Rajoy no puede “hablar en nombre de las víctimas”. Y recuerda que “él excarceló al asesino de mi marido cuando aún no había cumplido ni 17 de los 57 años de su condena”.
Sabemos que el Gobierno Aznar, en el que participó Rajoy con diversas responsabilidades –entre las cuales la de vicepresidente y ministro del Interior-, excarceló a numerosos presos etarras. Y sabemos también que, en esa época, nadie puso el grito en el cielo por ello ni a nadie se le pasó por las mientes criticar tales decisiones. Ninguna de esas disposiciones de carácter penitenciario violó la legislación vigente.
Ajustado a la ley
Exactamente lo mismo que sucede en el caso de Iñaki de Juana Chaos: el Gobierno Zapatero no ha vulnerado ningún precepto legal. Se ha ajustado impecablemente a la ley. Ni siquiera ha excarcelado a De Juana. Le ha otorgado el segundo grado y deberá cumplir prisión atenuada o domiciliaria hasta el final de su condena. Rubalcaba ha basado su determinación en el auto del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, un órgano judicial promovido, por cierto, durante el Gobierno Aznar.
Oposición exótica
Pero lo que sí ha dejado radicalmente de ser lo mismo es la actitud del PP. La derecha hizo sin problemas, cuando gobernaba, todo aquello que ahora no es que critique, sino que criminaliza hasta extremos sólo propios de partidos ultras, de extrema derecha o neofascistas, lanzando la gente a la calle, fomentando algaradas e insultos y, al fin y a la postre, practicando un género de oposición que rompe todas las normas -escritas o no- de cualquier democracia occidental.
Hipocresía e iniquidad
A estos conservadores, tan católicos algunos y, en general, cercanos siempre a la jerarquía eclesiástica -que predican una cosa y hacen la contraria-, cabría aplicarles las palabras de Jesús en el Evangelio de San Mateo, palabras dedicadas a los escribas y fariseos: “Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, mas por dentro llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia!” Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, mas por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad”.
Gallardón y Botella, presentes
En la concentración del viernes por la noche ante el Ayuntamiento de Madrid, formada por peperos, falangistas y otros especimenes del universo radical o neocon, estuvieron presentes el alcalde, Gallardón, y Ana Botella, quien –como apunta hoy en este periódico, con su lucidez, sorna y brillante prosa, nuestro apreciado colaborador Ventura Haba- da la impresión por su frenética actividad agitadora de estos días que aspira a ser la Hilary Clinton de la derecha casposa.
Alcalde de unos pocos
Pero mientras lo de Botella ni debe sorprender ni sorprende –sería una peligrosa rival de Esperanza Aguirre, que también sueña con la Moncloa-, la presencia de Gallardón tiende a corroborar que su tan cacareada moderación es más bien un espejismo. No fue a la manifestación de UGT y CCOO después del atentado de la T-4 y ya demostró ese día que no ejercía de alcalde de todos los madrileños, sino de una parte. Sí acudió a la posterior de Alcaraz.
Dudoso centrismo
Sin embargo, como no estuvo en la de Buesa, de hace una semana, recibió repugnantes descalificaciones de Jiménez Losantos. ¿Es por eso que acudió presuroso a la movilización de la otra noche? ¿Este es el líder potencial de la derecha civilizada, centrista, y se arruga cada dos por tres? Hasta Sarkozy cuidaría mucho de mezclarse en público con los seguidores de Le Pen.
1 comentario:
No me gusta comentar temas que tocan directamente al País Vasco. Voy a hacer una breve excepción: Olé por doña Barbara.
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