La Secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, recordó que hoy se cumplen cuatro años de la reunión en las islas portuguesas de las Azores, cuyo resultado fue “el desencadenamiento de una guerra ilegal, injusta y, a la vista de lo sucedido, inútil”.
Valenciano pidió no olvidar la cumbre de las Azores y la foto de Bush, Blair y Aznar que simboliza aquel encuentro en el que se decidió invadir Irak para “no repetir errores”, y señala que el trío de presidentes se situaron en aquel momento “fuera de la legalidad internacional”. La dirigente socialista recordó que aquel día Bush prometió un futuro mejor para los iraquíes, mientras Aznar proclamaba que habían decidido impulsar el proceso de paz de Oriente Próximo. Cuatro años después, explicó Valenciano, “Iraq es un Estado hundido políticamente, desquiciado socialmente y enfrentado étnicamente” y “el conflicto israelo-palestino no sólo no ha sido resuelto sino que ha sido conducido prácticamente a un callejón sin salida”.
Valenciano pidió no olvidar la cumbre de las Azores y la foto de Bush, Blair y Aznar que simboliza aquel encuentro en el que se decidió invadir Irak para “no repetir errores”, y señala que el trío de presidentes se situaron en aquel momento “fuera de la legalidad internacional”. La dirigente socialista recordó que aquel día Bush prometió un futuro mejor para los iraquíes, mientras Aznar proclamaba que habían decidido impulsar el proceso de paz de Oriente Próximo. Cuatro años después, explicó Valenciano, “Iraq es un Estado hundido políticamente, desquiciado socialmente y enfrentado étnicamente” y “el conflicto israelo-palestino no sólo no ha sido resuelto sino que ha sido conducido prácticamente a un callejón sin salida”.
Frente al trío de las Azores, Valenciano aludió a cómo Zapatero defendió entonces desde la oposición el rechazo a la guerra y reivindicó los principios y valores de las Naciones Unidas. La dirigente socialista apuntó que cuando Bush hablaba de que había llegado “el momento de la verdad” el tiempo ha demostrado que “era todo mentira” y en vez de mejorar han aumentado los riesgos internacionales. Por ello, llamó a ocuparse de “las genuinas causas del terrorismo, luchar contra la pobreza y comprometerse en resolver el conflicto árabe-israelí”.
También con motivo del cuarto aniversario de aquel encuentro en las islas portuguesas de las Azores el catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Aldecoa, publicaba en El País el artículo Un golpe de Estado. Fracaso de la “guerra preventiva” Aldecoa considera que aquella decisión supuso un golpe de Estado a la legalidad internacional y a la ONU amparándose “en el entonces concepto de moda: la legítima defensa preventiva”. Recuerda que, paradójicamente, una vez concluida la guerra “por decreto presidencial” el mismo Bush que despreció a la comunidad internacional volvía a la ONU para que colaborara en la reconstrucción de Iraq.
Para el catedrático, la noción de guerra preventiva “ha tenido tan poca fortuna que, cuatro años después, ya nadie se acuerda de ella. Como ocurre en muchas ocasiones, el golpe de Estado contra la legalidad internacional y contra su institución principal, las Naciones Unidas, ha producido los efectos contrarios a los deseados. Cuatro años después se confirma lo imprescindible de esta institución y de los marcos multilaterales para gestionar los problemas globales”.
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