Es inadmisible que un ex presidente del Gobierno desoriente y crispe a la opinión pública hasta el extremo de afirmar en público que el pacto antiterrorista que pretende sacar adelante Zapatero en sustitución del Pacto por las Libertades será «un pacto de mínimos» cuyo objetivo ya no será «la derrota de ETA» sino mantener a prueba de bombas un proceso que reafirmará a la banda en la idea de que matar y negociar son dos ingredientes que entran en la misma receta. Asimismo, Aznar ha dicho al recibir el premio Gregorio Ordóñez en San Sebastián que el PNV no quiso ni quiere acabar con ETA. Estas insidias, que podrían ser dirimidas incluso ante los tribunales puesto que pueden interpretarse como francamente injuriosas, sólo pueden proceder del amargor de un personaje frustrado, con tremendos complejos, que no sabe marcharse del poder con magnanimidad y gallardía. Es grave, en todo caso, que quien ha desempeñado el cargo de mayor confianza de la ciudadanía no entienda que su papel consiste en allanar el camino hacia el futuro y no en sembrarlo de minas para que nos estrellemos todos en un clima de detestación y de sospecha.
Pedro Villalar
1 comentario:
¡Qué tío más pesao!
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