3 de enero de 2007

La oposición irresponsable del PP le saldrá muy cara en términos electorales

En términos políticos, los años se dividen entre los que cuentan con convocatorias electorales significativas en su calendario y los que pueden calificarse como neutros al no tener programada ninguna llamada a las urnas. Éste que acaba de empezar se encuentra en la categoría de los primeros, porque el domingo 27 de mayo hay previstas unas elecciones autonómicas y municipales que bien puede considerarse que darán paso a diez decisivos meses antes de la celebración de los primeros comicios generales con Rodríguez Zapatero en el poder.
ETA aparece de nuevo
Lamentablemente, 2007 ha comenzado con la peor de las expectativas posibles para el denominado “proceso de paz”; la banda ha vuelto a hacer lo que sabe, manejar la dinamita, y con ello ha aniquilado las esperanzas de millones de ciudadanos que apoyaban sinceramente los esfuerzos del Gobierno, y especialmente de su presidente, para poner fin a una situación tan anacrónica como sangrante en la España del siglo XXI. Nada justifica la existencia de una organización de descerebrados sin causa que ha segado, si no se produce un milagro, la vida de dos inocentes, dos nuevos españoles de nacionalidad ecuatoriana, que se encontraron de frente con la siniestra estela de ETA nueve meses después de que la banda anunciara la observancia de un alto el fuego permanente que, al final, no ha sido tal. Esta era la gran apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero y nadie podrá anotar en su debe el no haber intentado la solución a un problema siniestro que nos acompaña como una maldición desde hace cuatro décadas. La vuelta a las armas de los terroristas es culpa de ellos y sólo de ellos, por eso sobran las declaraciones irresponsables de quienes pretenden endosar la carga del atentado de la T-4 a quien ha trabajado para que escenas como ésa no se repitieran más en el país.
¿Hubo ingenuidad?
Partiendo de esa premisa, básica en democracia, cabe preguntarse no obstante, por qué apareció Zapatero tan triunfal sólo pocas horas antes de la explosión de Barajas. El Gobierno no tenía ni idea de lo que se avecinaba y esta circunstancia no habla bien de los servicios de información de las Fuerzas de Seguridad y tampoco de los datos suministrados por el CNI. Quizá en algún momento del proceso se pecó de ingenuidad o no se valoró lo suficiente la capacidad para la cerrazón de unos etarras que se condenan a la persecución policial permanente y a la cárcel sin salidas de ningún tipo. Era una magnífica oportunidad, una ocasión única, que la dinamita ha hecho añicos haciendo estallar la esperanza de todo un pueblo y las propuestas realizadas por Batasuna en el célebre mitin de Anoeta, un discurso que ahora queda completamente sin sentido.
Una oposición a la altura de los hechos
En las urnas y fuera de ellas, la ciudadanía medirá, sin duda, la actitud del principal partido de la oposición en circunstancias tan especiales como las que ahora nos ocupan. El PP ha boicoteado todo lo posible el proceso planteado por Zapatero y en lugar de alimentar la esperanza ha amenazado a los ciudadanos con los males del infierno. Su actitud, antes y después del atentado, dista mucho de la mantenida en su día por el PSOE cuando ETA rompió la anterior tregua. Si todo esto va a pesar en el ánimo de los votantes a la hora de enjuiciar al Gobierno, que no les quepa duda a los de Rajoy que otro tanto les va a suceder a ellos, y que las actitudes escasamente responsables pueden acabar pagándose muy caro en términos electorales.
Vuelve la extrema derecha
Tres dirigentes del PP, Ignacio Astarloa, Ignacio González y Alberto Ruiz-Gallardón, hicieron muy bien en desmarcarse de la manifestación de la AVT del pasado domingo en Madrid, ante el cariz que estaba cobrando la concentración de repulsa a ETA. Los gritos allí proferidos como “¡Zapatero, asesino! eran, además de impropios, absolutamente provocadores. Escuchar de nuevo la soflama “¡España, aguanta, tu pueblo se levanta!”, nos retrotrae a los tiempos de Blas Piñar y demuestra que la extrema derecha vuelve a campar por las calles bajo las pancartas de quienes no tuvieron el coraje de hacerles callar o expulsarles de la manifestación. Las víctimas de ETA merecen, sin duda, un respeto y una dignidad mayor de la que se demostró en la Puerta del Sol madrileña.
Un año decisivo
2007 viene, pues, muy cargado en lo político, deprimente en la esperanza de encontrar el final de ETA y exigente en lo que tiene que ver con la responsabilidad de las fuerzas políticas. PSOE y PP deben recuperar la unidad de acción en los grandes asuntos del Estado. El Gobierno tiene que intentarlo de nuevo y los populares no pueden rechazar su cooperación leal con excusas que ya no convencen a nadie. Los intereses de España tienen que estar forzosamente por encima de los electorales, por eso, en el tiempo de la política con mayúsculas, los ciudadanos sabrán discernir en las urnas los comportamientos de cada cual. La fractura social, alentada irresponsablemente por algunos políticos lenguaraces y los voceros hertzianos episcopales, debe recomponerse en el nuevo año si no queremos entrar en un túnel del tiempo al que quieren llevarnos los terroristas, sus adláteres y aquellos que, con excusas varias, parecen regocijarse en un suicida planteamiento de “cuanto peor, mejor”. Todavía es tiempo para la esperanza en los albores del nuevo año.
Antonio San José

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente pátetico el artículo... Ni pepiño Blanco es tan fanático. Perdona pero no he conseguido terminar de leerlo aunque sí debo darte la razón en algo y es que el PSOE y el PP deben recuperar la unidad de acción en los asuntos de estado. Unidad que el PSOE jamás debió abandonar.

Salu2
Fran

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en todo lo dicho, el PP ya no sabe a donde va, siempre en contra del gobierno da igual que las ideas sean buenas, malas o regulares, lo que le importa es estar en contra.

Unknown dijo...

Gracias Fran por pasarte por aquí.

Hay que leer de todo.

Saludos

Unknown dijo...

Exacto "ciudadano Rodríguez" eso no es hacer oposición, lo que hace el PP, menos mal, que la inmensa mayoría de la ciudadanía no es tonta.

Saludos!

Anónimo dijo...

Es verdad Carlos, por lo visto hay nueve millones de españoles que son tontos del culo. Pero vamos.. que son tontos por no comulgar con el PSOE, no por otra cosa!

Anónimo dijo...

Perdón , se me olvidó firmar mi último comentario.

Salu2

Fran

Unknown dijo...

Aquí nadie dijo que "unos" eran tontos y "otros" menos tontos.

Dije que la cidadanía no es tonta. La ciudadanía es el conjunto de todos los españoles de uno y otro u otros colores.

El resto, te lo dices tú solito.

Saludos "anónimo"

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