Picasso imaginó que su morada sería el Museo del Prado. Pero 69 años después de ser concebido, vive bajo otros techos, los del Reina Sofía. El Guernica volvió a España hace 25 años. Tal día como hoy, un 10 de septiembre de 1981. Se cumplían entonces 100 años del nacimiento del genio malagueño, una fecha llave que permitió ultimar su recuperación. El cuadro estrella del MOMA de Nueva York volvía por fin a su tierra y encontraba acomodo en el Casón del Buen Retiro tras 44 larguísimos años de espera.
Desde entonces, sus pretendientes no dejan de cortejarlo. Apenas aterrizaba, empezaba la batalla. El alcalde de Gernika y el pintor Agustín Ibarrola daban un paso al frente y no tardaba en solicitar que el Guernica recalara donde su propio nombre indica, en la localidad que le da nombre.
El Guggenheim tampoco desperdició su oportunidad. Lo reclamó para su inauguración. En vano.
El último episodio data de abril. Entonces se produjo la última ofensiva para intentar su traslado a Euskadi. Todos los grupos políticos menos el PSOE votaron para facilitar su exhibición temporal en Bilbao. Fue la ministra García Calvo quien adujo que los informes técnicos desaconsejaban moverlo.
No han faltado las voces que defienden que el Guernica, para ser trasladado, lo único que necesita es una buena UVI móvil. Como la que le permitió viajar del Casón del Buen Retiro al Museo Reina Sofía, el 26 de julio de 1992. Empaquetado, con su manta antibalas y su centenar de policías custodiándolo.
El cambio no gustó nada a su hija, Paloma Picasso. Llegó a decir que el traslado de la colosal tela al Reina Sofía la acabaría convirtiendo en "una atracción de feria". Defendió que un icono del siglo XX como el pintado por su progenitor merecía un espacio en el Museo del Prado. Bernard Picasso, el nieto, sin embargo, no puso reparos.
La exposición Picasso, tradición y vanguardia, en cierto modo, ha acercado un poco más el lienzo al destino que soñó su autor. Con más de un centenar de obras del artista malagueño y con sede en los dos museos, propone un diálogo de sus obras con las de Goya y Velázquez. La exposición cierra hoy su ciclo en el Prado y permanecerá en el Reina Sofía hasta el hasta el 25 de septiembre.
Este museo celebra hoy una jornada conmemorativa hasta las nueve de la noche. La entrada será gratuita y se proyectarán dos documentales sobre sus dos últimos viajes: el traslado del MOMA al Casón del Buen Retiro, y el del Casón al Reina Sofía. Hace 25 años que el icono retornó a España. Y hace 125 que nació su autor, reconocido como el autor más influyente del siglo XX.
Desde entonces, sus pretendientes no dejan de cortejarlo. Apenas aterrizaba, empezaba la batalla. El alcalde de Gernika y el pintor Agustín Ibarrola daban un paso al frente y no tardaba en solicitar que el Guernica recalara donde su propio nombre indica, en la localidad que le da nombre.
El Guggenheim tampoco desperdició su oportunidad. Lo reclamó para su inauguración. En vano.
El último episodio data de abril. Entonces se produjo la última ofensiva para intentar su traslado a Euskadi. Todos los grupos políticos menos el PSOE votaron para facilitar su exhibición temporal en Bilbao. Fue la ministra García Calvo quien adujo que los informes técnicos desaconsejaban moverlo.
No han faltado las voces que defienden que el Guernica, para ser trasladado, lo único que necesita es una buena UVI móvil. Como la que le permitió viajar del Casón del Buen Retiro al Museo Reina Sofía, el 26 de julio de 1992. Empaquetado, con su manta antibalas y su centenar de policías custodiándolo.
El cambio no gustó nada a su hija, Paloma Picasso. Llegó a decir que el traslado de la colosal tela al Reina Sofía la acabaría convirtiendo en "una atracción de feria". Defendió que un icono del siglo XX como el pintado por su progenitor merecía un espacio en el Museo del Prado. Bernard Picasso, el nieto, sin embargo, no puso reparos.
La exposición Picasso, tradición y vanguardia, en cierto modo, ha acercado un poco más el lienzo al destino que soñó su autor. Con más de un centenar de obras del artista malagueño y con sede en los dos museos, propone un diálogo de sus obras con las de Goya y Velázquez. La exposición cierra hoy su ciclo en el Prado y permanecerá en el Reina Sofía hasta el hasta el 25 de septiembre.
Este museo celebra hoy una jornada conmemorativa hasta las nueve de la noche. La entrada será gratuita y se proyectarán dos documentales sobre sus dos últimos viajes: el traslado del MOMA al Casón del Buen Retiro, y el del Casón al Reina Sofía. Hace 25 años que el icono retornó a España. Y hace 125 que nació su autor, reconocido como el autor más influyente del siglo XX.
1 comentario:
Me gusta la idea de que su hogar sea el museo del prado, creo que es el sitio donde debe estar, junto a los demas genios.
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