Horror. Sí, horror es lo que se siente al ver las imágenes de ese video que ha dado la vuelta al mundo que muestra a un grupo de soldados ingleses apaleando, torturando a unos chicos apenas adolescentes. El lugar, Irak. Las imágenes han conmocionado no sólo a la sociedad inglesa, sino al mundo entero. La guerra de Irak ha sido uno de los despropósitos más grandes cometidos por unos gobernantes cegados por sus ansias de hacer el mundo a la medida de sus intereses. Y ahí están las consecuencias, no sólo el mundo es más inseguro hoy, sino que Irak apenas existe, destrozado no sólo por las tropas invasoras sino por la guerra civil que ha estallado dentro. En Irak la muerte es moneda común. La vida no tiene valor y así un día vemos imágenes que a todos nos repugnan (o deberían) de soldados norteamericanos torturando a presos iraquíes y otro nos encontramos a otros soldados, hijos de la Gran Bretaña, apaleando a unos niños.
42 golpes es un minuto han contabilizado quienes han visto las imágenes, 42 golpes en el alma de cualquiera que tenga conciencia. Me pregunto que sentirán Bush Blair y Aznar, sonrientes en la foto de las Azores que jalearon esta dramática aventura que ha sido y está siendo la guerra de Irak. Guerra ilegal, injustificada, indigna y cobarde, justificada con mentiras, con mentiras que tapan o lo intentan la mentira inicial.
En la parte que nos toca: ¿Qué sentirán Aznar y los dirigentes del Partido Popular que apoyaron esta ilegítima guerra? ¿Éste era el resultado buscado? Y la duda: ¿Sentirán algo?
Ahora, ya en la oposición, se les llena la boca de la frase: “victimas del terrorismo” (de ETA) ¿Personas así están legitimadas política o moralmente? Insensibles.
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