Rajoy no empatiza con la ciudadanía
que engañó en su campaña electoral. No termina de hacerse a la
autentica realidad de la población que cada día vive peor por los
continuos recortes -y los que quedan- a diestro y siniestro
cargándose el estado de bienestar, llegando a cifras de desempleo
que sufren uno de cada cuatro españoles con los problemas que esto
acarrea: Desahucios dramáticos, desesperanza, dramas familiares para
poder llegar con un mínimo de dignidad a fin de mes alimentándose
de productos básicos y sin lujo alguno o directamente de la
beneficencia o de la familia, amigos y vecinos.
Él va a su
aire. No va con él. Y si va, lo disimula tan bien que podría ser
“chico Almodóvar”.
Lo demuestra su inacción a la hora de
presentar planes de creación de empleo, ni uno solo, su reforma laboral que no ha logrado, ni por asomo, hacer descender el número
de parados y sus políticas, que más que hacernos progresar, nos están
llevados a tiempos que creíamos ya pasados.
A Rajoy no le gusta mucho volar,
necesita un whisky para armarse un poco de valor y superar ese miedo
legítimo, whisky que es acompañado de jamón ibérico de Jabugo (a
190 euros el kilo), rodaballo y solomillo no sea que el whisky solo
en el estómago le produzca alguna acidez.
No es necesario recordar quien paga
todo este kit de viaje básico ¿O sí? Los mismos que sufrimos sobre
nuestras ya muy flageladas espaldas el latigazo continuo y sin
compasión de los recortes sangrantes.
Pero alegrémonos. Podemos lamer algo
nuestras heridas.
Gracias a estas frugales viandas nos
ahorramos el Almax para el Presidente ¡qué ahora hay que pagar al
100%!
Mientras tanto, nuestros niños con el
tupper al cole.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario