Niños robados

Se está destapando poco a poco una gran red de tráfico de recién nacidos que eran supuestamente robados a sus padres legítimos para ser entregados a otras familias por cantidades de dinero que oscilaban entre las 50.000 y el millón de pesetas. Una autentica mafia organizada.

Hechos estos ocurridos en distintas oleadas del franquismo y que al parecer estuvo activa hasta el inicio de los años 80. La Asociación Nacional de Afectados de Adopciones Irregulares (ANADIR) ha decidido acudir al Fiscal General del Estado que va a recibir la denuncia por el robo de 261 de bebes a lo largo y ancho de toda España.

Se sospecha que pueden ser cientos de miles los casos. En la denuncia, ANADIR argumenta que existen indicios de los delitos de tráfico de niños, falsificación de documento público, suposición de parto (simular haber dado a luz a un niño vivo) y secuestro y detención ilegal, que no prescriben.

Al respecto, es recomendable la lectura del libro “Historias Robadas” de Enrique J. Vila Torres, cuya sinopsis nos indica: “De los años cuarenta a los noventa, miles de recién nacidos fueron robados en diferentes maternidades y ciudades españolas y vendidos a otros padres que los inscribían como hijos propios. Ahora, y gracias a las pruebas de ADN, muchos de esos padres engañados e hijos criados en familias que no son las suyas buscan respuestas sobre su pasado.

El abogado Enrique J. Vila Torres recupera en Historias robadas algunos de esos casos cuyo relato permite comprender el funcionamiento de las mafias formadas alrededor de este lucrativo negocio. Médicos, enfermeras, religiosos, funcionarios y familiares de las propias víctimas estuvieron involucrados en una trama que podría afectar a unas 300 000 personas en nuestro país que no son hijos de quienes constan en su partida de nacimiento y que está llevando a muchos españoles a formularse una pregunta inquietante: ¿soy realmente hijo de mis padres?”

Un hecho más que nos debería abrir bien los ojos sobre nuestra España negra tan próxima y que hechos como este se esclarezcan definitivamente y otros tan negros como son los cientos de fosas comunes que siembran nuestro país, y que aquellos responsables de actos como estos paguen definitivamente el genocidio sufrido. Aunque sinceramente tengo mis serias dudas ya que en muchos sitios aún se venera al dictador y a sus secuaces.

Algo inadmisible en un país democrático como el nuestro.

Episodios aún abiertos y que debe ser cerrados definitivamente y dignamente.



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