Esa es la sensación que se percibe en cualquier foro en el que se conversa sobre la situación política regional y en concreto sobre la situación del Partido Socialista de la Región de Murcia.
Las vibraciones que se perciben son claras y diáfanas: Pesimismo absoluto. Nadie tiene la más mínima esperanza de que la situación revierta, ya no un mucho, si no más bien al contrario, se teme, se espera y se vislumbra un resultado electoral caótico para el socialismo murciano, sí, aún más caótico que el que ya tenemos. Y creíamos haber llegado a nuestro suelo….
No se ve reacción y lo peor, no se le espera. No parece haber “plan B”. Todos y todas parecemos resignados como ese cordero que va a ser sacrificado camino del matadero a que llegue el momento de las elecciones e intentar salir de ellas lo menos heridos posible. Si no muertos. Ahora la militancia es un ejército desanimado, agotado, desarmado y derrotado sin haber comenzado aún la batalla. Luego llegará el momento de los análisis concienzudos, de lamernos las heridas ¡otra vez más! y una vuelta a seguir con lo mismo. Incluso pueden aparecer entonces l@s “salvapatrias”. No; no l@s necesitamos “después de” l@s necesitamos, “antes de”.
He dicho varías veces, a quien me ha querido escuchar, poca gente por lo que parece, que nuestro partido, el PSRM-PSOE necesita una apertura de puertas y ventanas que airé Princesa y que entre un nuevo aíre fresco, limpio y purificador que permita la renovación de ideas y de personas. Y cuando digo personas sé lo que me digo: Estoy convencido que es necesario ese cambio porque no creo que las personas actuales sepan o quieran abrir puertas y ventanas. Quizá no lo perciban, pero el ambiente está viciado, una gran bocanada de aire fresco es necesaria.
¡Es vital volver a rearmar el ejército y que perciban una franja de luz, aunque sea muy estrechita, de esperanza! Una ráfaga de aire que permita respirar.
Aún se está a tiempo. Quedan once meses once para las elecciones autonómicas (y municipales), once puede parecer poco o mucho, desde mi perspectiva es ya muy poco, pero se está a tiempo aún de lanzar a la sociedad murciana que el PSRM sigue vivo, sigue convencido de poder trabajar y ayudar a los murcianos y a las murcianas, que no estamos resignados, que somos capaces, que nuestra integridad sigue intacta, que podemos, que queremos y que se trabaja sin descanso para conseguirlo.
En nuestras manos queda.
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