Para financiar las pérdidas que generaban Astilleros Españoles, S. A. (AESA), el gobierno de Aznar recurrió a una burda maniobra para burlar la vigilancia que la Comisaría de la Competencia ejercía sobre financiación ilegal.
Para ello, la SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda bajo el mando de Cristóbal Montoro, se compró a sí misma dos de las factorías de AESA.
Siguiendo el gobierno del PP con sus vanos intentos de burlar a la Unión Europea, decidió fusionar AESA con Bazán resultando Izar, con lo cual podría financiar el sector civil (AESA) a través de la caja común; aparte de trasladar al sector militar (Bazán) la crisis, no consiguió burlar el control de Bruselas.
El comisario de la competencia de la Unión Europea exigió a Izar que devolviera el Estado español las ayudas ilegales que ascendían a más de 2.000 millones de euros con lo cual Izar hubiera entrado en quiebra técnica y hubiera desaparecido.
Esto fue uno de los pufos que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero heredó del gobierno de Aznar, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro.
Fue la acción del Gobierno socialista a través de la gestión de Pedro Solbes ante la Unión Europea lo que permitió la supervivencia de todos los astilleros, la segregación del sector civil, del militar que se convirtió en Navantia. Esto le costó a la Hacienda pública 1.900 millones de euros para financiar el plan de reestructuración que incluía reducción de plantillas mediante prejubilaciones, recapitalización de Navantia, inversiones en las factorías.
Se puede decir que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero ha salvado la construcción naval en España después de la casi mortal situación a que la llevó el Partido Popular.
Alfonso Gómez Berruga
Alfonso Gómez Berruga
1 comentario:
En gran medida estoy de acuerdo en lo que expones; sólo quisiera hacer una matización:
Los gobiernos de Corea del Sur, Japón o Rusia, entre otros, han hecho y hacen con sus astilleros lo mismo que hizo el gobierno del PP con los astilleros españoles.
Aplicando la legislación comuniatria, como debe ser, el gobierno del PSOE hizo lo adecuado, ¡lo que debía!
El meollo del asunto está en Brueelas, pues aplicando criterios de equidad económica ¡globalizada!,Bruselas debería haber precisado que se podían subvencionr los buques construidos en astilleros europeos para buques destinados a ser vendidos a otros países o empresas comunitarias.
El PP, como casi siempre, siguió la ruta más fácil, la más electoralista, la más rentable para sus "amigos"...
En este asunto la UE demostró su escasa capacidad de análisis, con el agravante de que fue escasamente europeísta y apoyó --doy por hecho que "involuntariamente"-- a las multinacionales, grandes inversores, navieros y demás "ralea" interesada en que los buques construidos en Seúl u Osaka fueran baratos y comercializables sin trabas...
Un abrazo.
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