Confusión y política regional

Menos mal, queridos nietos, que todavía no tenéis edad para ver las cosas que ocurren entre la clase política de nuestra Región. Me vienen a la memoria los versos de un emotivo y vitalista poeta, procedente de tierras cercanas, que le decía a su hijo «no quieras saber ni lo que pasa, ni lo que ocurre».

Vivimos en Murcia una época, probablemente generalizable a todo el territorio nacional, en la que los ciudadanos de a pie no somos capaces de aclararnos, dado el papel confuso, contradictorio, agresivo y descalificador, y aún podríamos añadir algún que otro calificativo, que juegan las dos fuerzas políticas murcianas más representativas.

No es de recibo que la fuerza mayoritaria, el Partido Popular que lleva camino de «salirse de la tabla», pretenda permanentemente servir en mayor medida a la estrategia de oposición de su partido que a la resolución de los problemas que nos aquejan, en colaboración con el Gobierno de ZP. Han hecho de la descalificación al Presidente una estrategia electoral, exitosa por incapacidad política del PSRM, que impide que veamos con nitidez el trato que el Gobierno de la Nación nos da como españoles y murcianos al mismo tiempo. Vuestro abuelo, después de muchas afirmaciones, descalificaciones y contradicciones a lo largo de años, acaba de leer que el Secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento ha afirmado en Murcia, y delante de políticos relevantes del PP, que el ferrocarril que venga por Alicante será de altas prestaciones, y ha aclarado contundentemente el «mareante» tema de la velocidad que la derecha ha utilizado para descalificar el valor de la inversión; y además ha informado, en el mismo foro, que la vía que une Murcia con Albacete por Cieza terminará siendo también de alta velocidad. Y en lugar de alegrarse de que, ¡por fin!, un Gobierno se haya tomado en serio el problema de las comunicaciones ferroviarias en Murcia se dedica a descalificar y a bajarnos la autoestima como murcianos. Más bien deberían mirar plazos y exigir soluciones a algunos problemas que la inversión comporta, algunos de los cuales afectan a municipios de nuestra geografía.

Para más INRI quiere hacer un frente común para obligar a Zapatero que nos trate como ellos creen que nos debe tratar, que es exigirle dé solución a todos nuestros problemas, algunos de los cuáles ni fueron capaces de resolver en ocho años de Gobierno de la Nación ni en catorce que llevan al frente de esta Región. Menos frentismo, que es un procedimiento peligroso porque divide a la sociedad, y más seriedad en los mensajes que se nos transmitan: la ciudadanía no debería consentir que se le mienta impunemente.

De los nuestros, mejor dicho: de los de vuestro abuelo, poca cosa puedo deciros ya que los resultados electorales hablan por sí solos. Se empeñan en entrar en el debate que Valcárcel tiene con Zapatero, y solamente hacen de «convidados de piedra». Se equivocan en querer formar parte de un juego que corresponde a otros y hacen el papel de red en el partido que juegan el PP regional y el PSOE Federal, con las respectivas Instituciones al frente. Ahora, en un nuevo giro estratégico, han descubierto el valor del pacto con el PP y quieren pactar las medidas económicas contra la crisis, las infraestructuras, la financiación autonómica, las ayudas a los parados y no sé cuántas cosas más que deberían ser objeto de pacto, claro que sí, pero entre Moncloa y San Esteban. Hasta quieren pactar el tema del agua… ¡estando dispuestos a hablar del trasvase del Ebro!. Muchas contradicciones y escasa capacidad para alumbrar un proyecto regional visible, comprensible y creíble.

¿Vendréis a verme a la playa? Os invitaré, después de comer, a un helado.

Enrique Amat Vicedo