22 de enero de 2009

Una de espías...

Ya nada nos sorprende cuando proviene de la derecha extrema. Esa misma derecha cínica, hipócrita y estéril capaz de comerse sus propios hijos y sapos. Esa derecha rancia, con sabor amargo, de amargo pasado y por el bien de todos de oscuro futuro. Esa derecha que no nos merecemos los españoles dado que es una derecha capaz de todo por conseguir el poder al coste que sea. No importa el modo ni el método pero sí desde luego el fin. Y su fin lo tiene claro: EL PODER, total y absoluto. Y para conseguir ese fin todos los caminos le son buenos con tal de conseguirlo, usar a las víctimas, engañar a los españoles, bramar que "España se rompe", "Navarra se vende", usar dinero público con falsas pretensiones: "Agua para todos" ¿O era "Agua para campos de golf"? ¿Alguno ha pensado que de verdad a esta derecha le importa un rábano, nunca mejor dicho, si un labriego tiene agua o no? No seamos inocentes. Esa es la misma derecha que está en Murcia, en Valencia, en Cataluña y en Madrid. Es la misma derecha que se ríe del acento andaluz, la misma que remodela gobiernos autonómicos y recoloca a "los suyos" la misma derecha que nos lleva a guerras injustas, ilegales y con falsedades, la misma derecha que es incapaz de condenar la brutalidad de la respuesta israelí en Palestina, todos son integrantes de la misma derecha.


Ahora, se acaba de destapar una presunta trama de espias, y claro.... la culpa es del Ministerio de
l Interior ¡Cínicos! esa misma derecha que presuntamente se espía así misma porque conocedores ellos mismos del percal al que pertenecen no se fían ni "entre los suyos". Cuando se miran a un espejo ven a un enemigo, cuando ven a un compañero ven a un adversario que les puede impedir trepar y vivir del cuento. Se espían porque no confían y hay que "tener armas" para tener quietos a los tuyos. Esto es puro y duro canibalismo. ¿Gente así es digna de gobernar en ningún sitio? ¿Es digna de confianza?


Siento la generalización, que me disculpe todo aquel buen hombre o mujer integrante de esta derecha que realmente trabaje en beneficio de la comunidad y no en beneficiarse del particular. Cualquiera de ellos y ellas no se sentirán aludidos, yo lo sé, ellos lo saben.


Esa es la misma derecha que se pelea por tener el control de Cajamadrid. Señores ¿A la política se llega para servir o para servirse? La respuesta en este caso parece tan evidente...


Señores de la derecha española, sigan ustedes con sus presuntos juegos de espias, mientras tanto el pusilánime de Rajoy no dice nada (el buen hombre está a dedo y no querrá que el "dedo divino de Aznar" le deje de señalar) y sigan con sus guerras internas entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón y todos aquellos que les rodean y no nos engañemos, no seamos incautos, si todo esto se confirma no pelean por mi bien, ni por el tuyo querido lector, ni por el del vecino de enfrente ni por ese buen hombre del 3º izquierda, si no que luchan por la poltrona de Rajoy o "sensu contrario" por estar lo más cerca de su "divina gracia".


Aquí os dejo unos cuantos enlaces al respecto:


La trama de espionaje en Madrid paso a paso


2 comentarios:

Anónimo dijo...

“Lo conocido hasta ahora nos remite al pasado mes de abril, cuando el congreso de los populares en Valencia había abierto la caja de Pandora y liberado todas las intrigas, celos y ambiciones desencadenados tras la derrota electoral. Ese es el momento en que actúa el servicio de espionaje denunciado por El País. Granados, el señalado como cabecilla, niega y amenaza. Esperanza Aguirre, hace un par de horas, ha apoyado a los suyos. Gallardón se muestra prudente. Soraya y Cospedal sueñan con que el destino les regale una venganza a tanto agravio como reciben. Rajoy observa el patético espectáculo de su gallinero y no sabe, no entiende, no contesta y pide una investigación. González Pons, por decir algo para justificar el sueldo, apunta al Ministerio del Interior a ver si cuela, e incluso los suyos se sonrojan. Los militantes populares en toda España están estupefactos. Buscan referencias y no las encuentran. Federico, el sabelotodo de la radio, no ha dicho una sola palabra sobre el tema”.

“¿Que ocurrirá? Quién sabe. Puede que el caso reviente y puede que no lo haga. Puede que se quede en ese punto en el que, a falta de una prueba definitiva, quien más quien menos se sacuda el polvo de su "cuerpo a tierra" actual y siga como si nada. En el PP, donde desde hace mucho se pelea a navajazos, nadie se fía ni de su sombra. Por nuestra parte, nos limitamos a citar a Sherlock Holmes: "la segunda mancha en el mismo sitio es siempre sospechosa, querido Watson". ¿Cómo no recordar la traición de Tamayo y Sáez? Ahora percibimos esa misma fetidez, el mismo olor a cloaca. Continuará”,

Anónimo dijo...

“Lo conocido hasta ahora nos remite al pasado mes de abril, cuando el congreso de los populares en Valencia había abierto la caja de Pandora y liberado todas las intrigas, celos y ambiciones desencadenados tras la derrota electoral. Ese es el momento en que actúa el servicio de espionaje denunciado por El País. Granados, el señalado como cabecilla, niega y amenaza. Esperanza Aguirre, hace un par de horas, ha apoyado a los suyos. Gallardón se muestra prudente. Soraya y Cospedal sueñan con que el destino les regale una venganza a tanto agravio como reciben. Rajoy observa el patético espectáculo de su gallinero y no sabe, no entiende, no contesta y pide una investigación. González Pons, por decir algo para justificar el sueldo, apunta al Ministerio del Interior a ver si cuela, e incluso los suyos se sonrojan. Los militantes populares en toda España están estupefactos. Buscan referencias y no las encuentran. Federico, el sabelotodo de la radio, no ha dicho una sola palabra sobre el tema”.

“¿Que ocurrirá? Quién sabe. Puede que el caso reviente y puede que no lo haga. Puede que se quede en ese punto en el que, a falta de una prueba definitiva, quien más quien menos se sacuda el polvo de su "cuerpo a tierra" actual y siga como si nada. En el PP, donde desde hace mucho se pelea a navajazos, nadie se fía ni de su sombra. Por nuestra parte, nos limitamos a citar a Sherlock Holmes: "la segunda mancha en el mismo sitio es siempre sospechosa, querido Watson". ¿Cómo no recordar la traición de Tamayo y Sáez? Ahora percibimos esa misma fetidez, el mismo olor a cloaca. Continuará”,

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