20 de noviembre de 2008

Un buen paso en busca de la economía real

Todavía es pronto para saber si la reunión del G-20 en Washington celebrada el pasado sábado marcará un antes y un después. Pero sí se pueden extraer aspectos positivos. Los líderes del G-20 parecen haber tomado conciencia de la gravedad de la situación a la que nos ha llevado el llamado capitalismo de casino; y, después de muchos años, por fin se ha adoptado un compromiso político para coordinar una acción económica a nivel mundial. Esta cumbre no ha sido un cascarón vacío en el que sólo prevalecen los discursos, pues ha habido contenidos, se ha fijado un calendario y se ha definido un plan de acción. Por tanto, se puede considerar un buen paso, el principio de un camino para terminar con una situación en la que ha prevalecido la economía financiera sobre la real, el interés especulativo sobre el interés social.
Especialmente destacable ha sido la necesidad de reformar instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y el acuerdo sobre el comercio mundial, decisión que llevaba bloqueada desde hace 25 años. Así, se refuerza el control y la vigilancia sobre los mercados financieros y se abre la participación a las economías emergentes y en desarrollo.

Pero para que esta cumbre del G-20 no se convierta en un escaparate, sin más, es preciso seguir trabajando. Tiene que haber una segunda etapa que permita que las conclusiones acordadas sean determinantes, en la que se concrete el desarrollo de las medidas adoptadas. No se puede dar tregua a la piratería que existe por parte de determinados sectores financieros y económicos del mundo porque, si nos relajamos, el 15 de noviembre no habrá servido de nada y, dentro de unos años, volveremos a padecer una crisis similar. Tenemos que aprovechar el momento para cambiar las cosas, poner la globalización al servicio de los ciudadanos y del empleo. Que Estados Unidos haya logrado hacer prevalecer su tesis de que no es conveniente crear nuevos organismos o supervisores internacionales, al contrario de lo que defendía Europa, así como su oposición a caer en un control excesivo que atente contra el libre mercado, no es el mejor mensaje para evitar que la crisis pueda llegar a convertirse en una crisis humanitaria si no actuamos, según palabras del propio secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. El comunicado no aclara qué rumbo tomar, aunque asume que el origen de la crisis se debió a la actuación irresponsable de varios agentes financieros con claros fallos del sector público.

Las reformas que se inicien tras esta reunión deberán modificar las bases del actual sistema financiero internacional. Es fundamental fortalecer la democracia, avanzar hacia la sostenibilidad y acabar con la impunidad especulativa de los movimientos financieros de capitales y los paraísos fiscales. Más allá del escenario internacional global, es necesario un debate sobre Europa y para Europa. En este sentido, la reunión del 26 de noviembre de la Comisión Europea, que presentará su Plan de Recuperación, debe servir para establecer medidas orientadas, también, a una fuerte coordinación que permita a los países de la UE relanzar la economía real y luchar contra el paro. Esto pasa por establecer mayor protección a los sectores industriales, en los que se destruye empleo; relanzar proyectos de inversión; y respetar los salarios de los trabajadores, esenciales para reactivar la demanda interna y la economía. Nuestro sindicato, en consonancia con la CES, reclama una estrategia coordinada para perseguir la evasión fiscal por parte de empresas y particulares y que se organice una solidaridad económica europea, de tal forma que los Estados miembros con reducidos déficits y elevados saldos comerciales impulsen el crecimiento para el resto de la economía europea.

En nuestro país es urgente, además, facilitar el tránsito de empleos de baja productividad a empleos de mayor valor añadido y establecer más inversiones en capital humano a través de la mejora del sistema educativo y la Formación Profesional, adecuándola a las necesidades del mercado laboral. Es imprescindible, además, la modernización de los Servicios Públicos de Empleo, para que incrementen su eficacia en la recolocación de las personas que han perdido su trabajo y garantizar la protección por desempleo y el gasto público en general, para contrarrestar los efectos de la crisis sobre el bienestar de los ciudadanos. Todo se traduce en más infraestructuras públicas y equipamientos sociales, políticas de I+D+i, y el fortalecimiento de las políticas activas de empleo. Las claves de una solución adecuada pasan también por medidas que favorezcan la liquidez de las empresas, sobre todo de las pymes; en estimular la demanda, a través de una mejora del poder adquisitivo de los salarios; e impulsar, en definitiva, el necesario cambio del modelo productivo de nuestro país, para lo que es imprescindible el actual proceso de diálogo social. Un diálogo social que constituye un activo fundamental de la sociedad española.

Cándido Méndez


2 comentarios:

Anónimo dijo...

es muy bueno que nuestros gobernantes se cupen un poco de darnos soluciones, saludos.

Anónimo dijo...

Creo que estas medidas se enfocan a las consecuencias que los políticos han dejado pasar.

Sí, vale, son necesarias. Pero y del problema de fondo? Del descontrol, de la opacidad?

Reino Unido dice que los paraísos fiscales ni tocarlos, EEUU que ojito con el libre mercado (q permite a las grandes empresas arrasar con las pequeñas -de países ricos y pobres-)...

Menudo timo de reunión.

Saludos

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