11 de noviembre de 2008

La crisis económica de la sanidad en la Región de Murcia


La sanidad pública en la Región de Murcia se encuentra en una situación económica muy preocupante que puede poner en riesgo el actual sistema. A un déficit presupuestario acumulado durante casi 7 años de 417 millones de euros, con una galopante falta de liquidez, hay que añadir una situación de crisis económica general. Esto puede suponer, aun tomando las medidas adecuadas, más problemas para su sostenibilidad.

Convendría que nos pusiésemos de acuerdo sobre las causas que han llevado a la sanidad pública regional a esta situación. A juicio del PSRM son tres: el descenso del gasto sanitario público sobre el PIB durante los años 1996-2003; unos años, al menos los últimos, con un importante crecimiento económico, la negociación por nuestros responsables políticos de la financiación sanitaria prevista en la LOFCA y la gestión propiamente dicha de los responsables sanitarios desde 2002 hasta la actualidad.

Es importante saber que en el periodo 1996-2003 la caída del gasto público en Sanidad -Gobierno Aznar- supuso que determinadas infraestructuras sanitarias que estaban contempladas para nuestra Región por el extinto INSALUD (entre otras, el nuevo Hospital Materno-Infantil de la Arrixaca, la ampliación del Hospital de Yecla y numerosos Centros de Salud) no se llevaron a cabo. Hubo entonces que destinar recursos económicos una vez transferida la atención sanitaria para realizarlos; es decir, se utilizó el presupuesto transferido para invertir en obras necesarias que tenían que haberse construido antes con fondos estatales.

La financiación para la Región por medio de la LOFCA ha sido gravosa, tanto en términos generales como específicamente para la sanidad pública. Hay que recordar cómo en 2001, los voceros oficiales del Partido Popular intentaron convencernos del logro conseguido cuando en realidad fue una chapuza acomodada a los intereses políticos del Gobierno Central. El índice de financiación por habitante en 2002 y 2003 de 100 euros de media en España, fue en esta Comunidad de 89 euros; en contraste, con el gobierno socialista en 2005 se convergía hasta los 95 euros.

Pero con ser grave el aceptar que la población de 1999 se aplicase en 2002, no fue menos que se optara por la sumisión en lugar de defender -había argumentos suficientes- la necesidad de una financiación sanitaria extra, como hicieron otras Comunidades Autónomas (Asturias y La Rioja por ejemplo) para intentar mejorar aquellos indicadores sanitarios en los que éramos y seguimos siendo deficitarios.

Por último nos queda la gestión realizada. A lo largo de estos 7 años, desde el PSRM-PSOE hemos reclamado políticas prioritarias en determinados aspectos. Hemos demandado una mejor coordinación entre niveles asistenciales o la potenciación de la Atención Primaria, que necesariamente redundaría no sólo en la calidad asistencial sino también en una mayor eficiencia económica. También en el control del gasto corriente o la racionalización del gasto farmacéutico (sólo en este último apartado, con una buena gestión en los últimos siete años se podrían haber ahorrado casi 80 millones de euros). Ahora, por fin, parece que el servicio Murciano de Salud, con un significativo agujero presupuestario a cuestas, intenta tomar medidas.

Para superar esta coyuntura es necesario negociar un nuevo modelo de financiación autonómica. Todas las propuestas realizadas por el Gobierno central mejoran, para nuestra Región, la situación actual al considerar al número de habitantes y su variación como núcleo principal del nuevo sistema. Desde el PSRM apoyaremos al Gobierno regional, con lealtad para defender los intereses de todos los murcianos, algo que en el 2001 no supieron, o no quisieron, realizar. Pero es imprescindible que, en ese proceso, se abra un debate parlamentario en la Asamblea Regional, como han realizado otras comunidades, para alcanzar acuerdos y consensos; y también es necesario que los responsables políticos del Partido Popular se preocupen más de la gestión en nuestra Región que de hacer oposición, populista y estéril, al Gobierno de España.

La responsabilidad de lo que ocurre y ha ocurrido es del Gobierno Valcárcel, que afirmaba que todo gasto en Sanidad suponía una inversión. Si las medidas que ahora se proponen en el Servicio Murciano de Salud como ahorro en gastos corrientes, austeridad o el Plan de Uso Racional del Medicamento se hubiesen considerado hace años como medidas prioritarias para gestionar con eficiencia, probablemente tendríamos mejores infraestructuras sanitarias por los recursos liberados para inversión. También habría más liquidez y centenares de empresas murcianas, proveedoras del Servicio Murciano de Salud, no se verían con el agua al cuello como están ahora.


Domingo Carpena Sánchez es portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista.

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