24 de octubre de 2008

¿Agua para todos? Seamos sinceros

Cuánto me gustaría que éste fuera uno de los últimos artículos que se escribiera en la prensa sobre el traído y llevado tema del agua. Me alegraré una barbaridad si es así aunque me temo que no va a terminar el culebrón por dos razones. Primera porque hay que reconocer que al Partido Popular le ha dado excelentes réditos electorales y probablemente valoren más este hecho que el interés general y segunda porque no es precisamente la autocrítica un atributo del pensamiento conservador que prefiere el «sostenella y no enmendalla».

Porque para aquellos que aún puedan tener dudas, el agua hoy es uno de los tesoros más preciados de la naturaleza; por supuesto más que el petróleo o el oro. Éstos son sólo riqueza, pero aquella es vida. Por eso, su distribución y uso debe partir de un consenso a nivel nacional porque todos tenemos razones, unos para no ceder sin límites y otros para con argumentos y cordura reivindicar, como es nuestro caso, más agua.

Si de verdad queremos resolver este endémico problema deberíamos ser capaces, en primer lugar, de sacar el agua del debate político y mediático, ya que con pancartas y escritos en prensa como hace el PP no conseguiremos el agua necesaria. Con inteligencia y unión, sí. Las últimas opiniones vertidas en prensa por los populares no dejan de constituir un nuevo monumento a la demagogia. No se puede decir que Zapatero quiere aumentar el caudal ecológico del Tajo para así cargarse los trasvases al Segura, cuando el presidente del Gobierno de la Nación ya ha dicho, más claro que el agua, que se va a eliminar el artículo del Estatuto de Castilla-La Mancha que fija la caducidad de este trasvase en el año 2015. Mientras lo que ocurre en realidad es que la número dos del PP, la señora De Cospedal, y por ende Mariano Rajoy, lo atacan por tierra, mar y aire, convirtiéndose así en los principales impulsores de su cierre.

Por otra parte, a puerta cerrada, los partidos con representación parlamentaria deberíamos elaborar una propuesta eficaz y solidaria. Y una vez alcanzado ese consenso básico convocar a empresarios, sindicatos y organizaciones sociales representativas para que enriquecieran el documento con sus valiosas aportaciones.

Y en tercer lugar, el documento final, que ya sería de todos, habría que defenderlo a nivel nacional en un foro en el que estuvieran sentados representantes del gobierno central y de las comunidades autónomas.

Podemos seguir como hasta ahora con la cantinela, cada vez más caduca de «agua para todos», y con un presidente como Valcárcel, junto con su vecino colega valenciano Camps, ejerciendo de Astérix en su aldea gala y aportando propuestas tan peregrinas -que ya nadie se cree- como es la de hacer ellos solos el gran acueducto del Ebro, o ejercer ya de una vez de estadista defensor del interés general impulsando un consenso del tipo que se ha expuesto. Si quiere hacer lo primero, que no cuente con los socialistas, que no nos vamos a prestar a semejante aberración. Pero si se decide a propiciar el consenso y entrar en senda de la cordura, seremos unos leales aliados. Y, sobre todo, el pueblo llano nos lo agradecerá a todos porque lo que únicamente quieren son soluciones a la falta de agua.

José Ramón Jara Vera es vicesecretario general y portavoz del PSRM-PSOE.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...