La Región de Murcia es la comunidad con el mayor incremento del paro en el último año. Ésta es sin duda la manifestación más dolorosa de una crisis internacional en la que, según los expertos, confluyen tres factores; dos externos que afectan a la mayoría de países, como son el crecimiento de las materias primas y en especial del petróleo y, la falta de liquidez provocada por la crisis hipotecaria de EE UU y la subida del euríbor. Existe otro factor interno, que es la desaceleración del sector de la construcción y los servicios asociados. Y en ese tercer factor propio de España aparece Murcia como el prototipo de burbuja inmobiliaria.
En este contexto es una realidad que las políticas sociolaborales se han convertido en centro de interés de la sociedad, no en balde el último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) refleja que la economía y el paro son las principales preocupaciones de los ciudadanos. Y es una obligación para los políticos ocuparnos de lo que preocupa a los ciudadanos.
¿Cuántas veces hemos oído que esto iba a estallar, que íbamos demasiado deprisa? Y en Murcia, ¿qué, y quién tiene algo que decir del aumento del paro?. Para responder a esta pregunta basta analizar, por una parte, los flujos de entrada en el paro regional registrado (aumento del paro en el sector de la construcción, en el último año del 97%); y por otra, la coyuntura económica regional y su diferencia con otras regiones que diversificaron sus sectores productivos y huyeron de la burbuja inmobiliaria y hoy reducen paro y están mejor preparadas para salir de la situación que atraviesa la economía.
Aunque se debería haber hecho antes, ahora lo que importa es empezar a trabajar para decidir cómo actuar a través de las políticas de empleo, y sus políticas afluentes de formación profesional, de seguridad y salud laboral o las vertientes sociolaborales de las políticas de familia, juventud, discapacitados, inmigrantes, cohesión social etc.
El Gobierno regional de Murcia no ha presentado ningún plan en el Parlamento, no ha aceptado las propuestas de los grupos parlamentarios de la oposición, y se ha dedicado a gastar sus energías en culpabilizar al Gobierno de la nación. A pesar de eso, seguimos tendiendo la mano y arrimando el hombro para salir cuanto antes de esta situación.
Pero, por lo que no podemos pasar es por que se intente hacer lo blanco negro. Es preciso que, sin entrar en teorizaciones y clasificaciones doctrinales, abordemos el debate con rigor y seriedad evitando intoxicaciones interesadas y mensajes simplistas que poco ayudan a resolver los problemas de los ciudadanos. Es necesario que se aclaren algunos conceptos y responsabilidades en el ámbito de las políticas públicas, y en particular de las políticas de empleo como parte troncal de las políticas sociolaborales.
Las políticas de empleo se dividen en tres grupos: las de intermediación, las activas y las pasivas. Las de intermediación son las que tratan de poner en contacto las ofertas de trabajo con los demandantes de empleo para su colocación. Las políticas activas son las que tratan de procurar trabajo a la población activa (orientación, inserción laboral, fomento de la contratación, espíritu empresarial y economía social). Las pasivas tratan de proteger económicamente a quien no tiene trabajo (prestaciones y subsidios de paro).
En el modelo español de gestión de las políticas de empleo el reparto de papeles a grandes rasgos es el siguiente: intermediación y políticas activas corresponden a las comunidades autónomas y las políticas pasivas son del Estado, como parte del régimen económico de la Seguridad Social. Igual que las bonificaciones de Seguridad Social.
Con esta distribución de competencias no se puede atribuir la disminución del paro a las políticas activas de empleo del Gobierno autónomo y decir que los aumentos del paro no correspondan a esas mismas políticas activas de empleo, sino al Gobierno central, y además, manteniendo el discurso sólo en los periodos en que ese gobierno es de otro signo con la intención de desgastarlo políticamente.
¿Tiene algo que decir el máximo representante de una comunidad como la nuestra a la que el esquema competencial le atribuye el fomento del desarrollo económico en el territorio autonómico (artº 148 CE), las políticas activas de empleo y las funciones de intermediación laboral? Presidente Valcárcel: ¿Qué le decimos a las familias, a los trabajadores y a los empresarios? No es serio decirles que cuando la cosa va bien es cosa mía, y cuando las cosas van mal, es culpa de otro. Ya decía Kennedy hace casi cincuenta años que las victorias tienen muchos padres, mientras que la derrota es huérfana.
Mariano García Pérez es diputado regional y responsable de Empleo del Grupo Parlamentario Socialista.
En este contexto es una realidad que las políticas sociolaborales se han convertido en centro de interés de la sociedad, no en balde el último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) refleja que la economía y el paro son las principales preocupaciones de los ciudadanos. Y es una obligación para los políticos ocuparnos de lo que preocupa a los ciudadanos.
¿Cuántas veces hemos oído que esto iba a estallar, que íbamos demasiado deprisa? Y en Murcia, ¿qué, y quién tiene algo que decir del aumento del paro?. Para responder a esta pregunta basta analizar, por una parte, los flujos de entrada en el paro regional registrado (aumento del paro en el sector de la construcción, en el último año del 97%); y por otra, la coyuntura económica regional y su diferencia con otras regiones que diversificaron sus sectores productivos y huyeron de la burbuja inmobiliaria y hoy reducen paro y están mejor preparadas para salir de la situación que atraviesa la economía.
Aunque se debería haber hecho antes, ahora lo que importa es empezar a trabajar para decidir cómo actuar a través de las políticas de empleo, y sus políticas afluentes de formación profesional, de seguridad y salud laboral o las vertientes sociolaborales de las políticas de familia, juventud, discapacitados, inmigrantes, cohesión social etc.
El Gobierno regional de Murcia no ha presentado ningún plan en el Parlamento, no ha aceptado las propuestas de los grupos parlamentarios de la oposición, y se ha dedicado a gastar sus energías en culpabilizar al Gobierno de la nación. A pesar de eso, seguimos tendiendo la mano y arrimando el hombro para salir cuanto antes de esta situación.
Pero, por lo que no podemos pasar es por que se intente hacer lo blanco negro. Es preciso que, sin entrar en teorizaciones y clasificaciones doctrinales, abordemos el debate con rigor y seriedad evitando intoxicaciones interesadas y mensajes simplistas que poco ayudan a resolver los problemas de los ciudadanos. Es necesario que se aclaren algunos conceptos y responsabilidades en el ámbito de las políticas públicas, y en particular de las políticas de empleo como parte troncal de las políticas sociolaborales.
Las políticas de empleo se dividen en tres grupos: las de intermediación, las activas y las pasivas. Las de intermediación son las que tratan de poner en contacto las ofertas de trabajo con los demandantes de empleo para su colocación. Las políticas activas son las que tratan de procurar trabajo a la población activa (orientación, inserción laboral, fomento de la contratación, espíritu empresarial y economía social). Las pasivas tratan de proteger económicamente a quien no tiene trabajo (prestaciones y subsidios de paro).
En el modelo español de gestión de las políticas de empleo el reparto de papeles a grandes rasgos es el siguiente: intermediación y políticas activas corresponden a las comunidades autónomas y las políticas pasivas son del Estado, como parte del régimen económico de la Seguridad Social. Igual que las bonificaciones de Seguridad Social.
Con esta distribución de competencias no se puede atribuir la disminución del paro a las políticas activas de empleo del Gobierno autónomo y decir que los aumentos del paro no correspondan a esas mismas políticas activas de empleo, sino al Gobierno central, y además, manteniendo el discurso sólo en los periodos en que ese gobierno es de otro signo con la intención de desgastarlo políticamente.
¿Tiene algo que decir el máximo representante de una comunidad como la nuestra a la que el esquema competencial le atribuye el fomento del desarrollo económico en el territorio autonómico (artº 148 CE), las políticas activas de empleo y las funciones de intermediación laboral? Presidente Valcárcel: ¿Qué le decimos a las familias, a los trabajadores y a los empresarios? No es serio decirles que cuando la cosa va bien es cosa mía, y cuando las cosas van mal, es culpa de otro. Ya decía Kennedy hace casi cincuenta años que las victorias tienen muchos padres, mientras que la derrota es huérfana.
Mariano García Pérez es diputado regional y responsable de Empleo del Grupo Parlamentario Socialista.
1 comentario:
Muy bien explicado, pero seguro que Valcárcel se queda mudo solo sabe hablar para decir que todos los males de Murcia y ende de los mares es de zapatero, simular que le duelen los parados pero no activar nada en la región, después de haber sido la comunidad con mas bum inmobiliario de España y Valcárcel dice pio pio que yo no he sido.
Ahora dice Valcárcel que va ha hacer 3 centros de día en Murcia para que estén bien nuestros mayores cuando eso lo debería haber hecho hace mas de un año, por que zapatero a finales del 2006 mando para la región de MURCIA 10 millones de euros para que se hicieran las obras necesarias para atender a los de la ley de dependencia, con que celeridad se preocupa Valcárcel de nuestros mayores, ¿y a que no adivinan quien va ha explotar esos centros? pues si empresas privadas en suelo publico de esos 3 centros nuevos en Murcia ninguno publico, venga ha hacer mas ricos a los ricos a costa de los impuestos de todos “¡¡ha!! No, se me olvidaba que estos empresarios lo hacen todo sin animo de lucro” jejeje viva la derecha y su buena gestión para ellos mismos.
Juana de Arco
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