"Tony (Blair) siempre estaba convencido de su poder de persuasión para ganarse a la gente. Tres o cuatro veces le sugirió a Gerry Adams que podría reunirse con el Consejo Militar del IRA", recuerda en sus memorias Jonathan Powell, jefe de gabinete del primer ministro británico Tony Blair desde 1995 hasta que dejó el cargo en 1997. El objetivo de las reuniones hubiera sido convencer al grupo terrorista para desarmarse y salvar el proceso de paz en un momento en que las negociaciones sobre el desarme del grupo amenazaban con liquidarlo.
En una serie de tres adelantos de su último libro Great Hatred, Little Room: Making Peace in Northern Ireland (Mucho odio y poco margen: haciendo la paz en Irlanda del Norte) que publicará el Guardian esta semana, Powell desvela que Blair ofreció al líder del Sinn Fein, el brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), Gerry Adams, un hecho sin precedentes en la historia del conflicto norirlandés desde los años 20: una reunión entre los ocho miembros de la cúpula militar del IRA y el propio primer ministro británico. "Adams decía 'bueno, no estoy muy seguro'. Una vez dijo, 'sí, tal vez', pero todo quedó en nada", afirma Powell en unas declaraciones al diario británico. "Imagino que habrían llevado máscaras", respondió a la pregunta acerca de cómo se habrían llevado a cabo las reuniones.
Powell, que ha propuesto reunirse con Al-Qaeda, también revela en su libro que fue el ex presidente de EE UU Bill Clinton quien sugirió a Blair que negociase poco después de dejar la Casa Blanca en 2001. Reseña la disposición del primer ministro británico a enfrentarse con el ejército por la negativa a retirar las torres de vigilancia del bastión republicano de Armagh Sur, y que Blair rehizo el borrador de un comunicado del IRA junto a Gerry Adams en la su residencia de verano en 2003. Powell añade que él mismo redactó los borradores de comunicados de la banda con frecuencia.
elpais.com
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