La Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia abrirá a la familia de Francisco Franco un expediente sancionador por impedir el acceso de técnicos de la Dirección General de Patrimonio al Pazo de Meirás, en el pasado, residencia veraniega del dictador. Los técnicos, cuya labor ha sido obstaculizada por la familia anteriormente, pretendían estudiar el estado del inmueble con el objeto de su recalificación como Bien de Interés Cultural.Parece bien claro que a la familia Franco –con la hija del dictador, Carmen, al frente- no le interesa la declaración del Pazo de Meirás como Bien de Interés Cultural, lo que obligaría a la familia a abrir el inmueble al público para permitir visitas gratuitas al menos cuatro días cada mes. En efecto, el Pazo es considerado como “patrimonio” por el Gobierno de la Xunta de Galicia, a pesar de que, en la actualidad, se encuentra en manos de los familiares del dictador.
Obstáculos múltiples
En este sentido, el pasado jueves, el abogado de la familia Franco impidió el acceso a la propiedad de técnicos de la Dirección General de Patrimonio, que pretendían conocer el estado de esta propiedad con el objeto de su declaración como Bien de Interés Cultural. Por esto, la Consellería de Cultura de la Xunta se plantea la posibilidad de abrir a la familia Franco un expediente sancionador, que podría suponer una multa de hasta 60.000 euros.
Un regalo
El pazo de Meirás fue en su día propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, pero en 1939 un grupo de ciudadanos de renombre promovió su compra a sus herederos y obtuvo más terrenos contiguos para ofrecérselo como regalo del pueblo al general Franco que, a partir de entonces, hizo de Meirás su residencia para las vacaciones de agosto.
Donaciones voluntarias
La ampliación de la finca y el acondicionamiento del lugar se costeó con donaciones supuestamente voluntarias de los ciudadanos, donativos fijados previamente por las autoridades.
Andrés Villena Oliver - elplural.com
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