Está claro, Murcia no quería el cambio. Pero esta afirmación podríamos matizarla detenidamente. En mi opinión Murcia lo pedía a gritos, lo necesitaba y lo ansiaba pero el problema es que no hemos sabido escucharla ni escuchar a quienes defendían esa necesidad de cambio, no hay duda que se ha producido un fallo en la comunicación con los ciudadanos y puede que en parte esté en el emisor.
Los murcianos tras estas elecciones hemos optado por el continuismo, por obviar lo que la realidad nos decía, taparnos los ojos y pensar "ojos que no ven corazón que no siente". Hemos elegido las pancartas del Agua para Todos en lugar de sacar y reivindicar el Agua para Siempre.
Hemos elegido continuar en el atasco y caos circulatorio en lugar de fomentar diversos medios de trasporte público, hemos elegido dejar en manos de promotores privados la ordenación urbana en lugar de hacerlo por mediación de los poderes públicos.
Hemos decidido al mismo tiempo seguir con los resort y los campos de golf en lugar de apoyar y conservar los espacios naturales protegidos, hemos optado por un desarrollo urbanístico rápido y sin control al lógico desarrollo comedido y respetuoso con el medio ambiente.
Hemos decidido continuar con el enfrentamiento con otras regiones en lugar de apostar por el entendimiento y colaboración con estas, hemos elegido la defensa de un turismo caduco y con complejos a uno innovador que apueste por la diferenciación y el fomento de una nueva demanda, que apueste por la protección del medio ambiente.
El día 27 de mayo los murcianos decidimos como queremos la Región del futuro pero sin pensar en el futuro, como rezaba un eslogan «Murcia crece», pero sin saber hacia dónde.
Juan Miguel Cánovas Sánchez
Los murcianos tras estas elecciones hemos optado por el continuismo, por obviar lo que la realidad nos decía, taparnos los ojos y pensar "ojos que no ven corazón que no siente". Hemos elegido las pancartas del Agua para Todos en lugar de sacar y reivindicar el Agua para Siempre.
Hemos elegido continuar en el atasco y caos circulatorio en lugar de fomentar diversos medios de trasporte público, hemos elegido dejar en manos de promotores privados la ordenación urbana en lugar de hacerlo por mediación de los poderes públicos.
Hemos decidido al mismo tiempo seguir con los resort y los campos de golf en lugar de apoyar y conservar los espacios naturales protegidos, hemos optado por un desarrollo urbanístico rápido y sin control al lógico desarrollo comedido y respetuoso con el medio ambiente.
Hemos decidido continuar con el enfrentamiento con otras regiones en lugar de apostar por el entendimiento y colaboración con estas, hemos elegido la defensa de un turismo caduco y con complejos a uno innovador que apueste por la diferenciación y el fomento de una nueva demanda, que apueste por la protección del medio ambiente.
El día 27 de mayo los murcianos decidimos como queremos la Región del futuro pero sin pensar en el futuro, como rezaba un eslogan «Murcia crece», pero sin saber hacia dónde.
Juan Miguel Cánovas Sánchez