El día 26 de abril asistí por primera vez a una comida de convivencia organizada por los Hogares de la Tercera Edad de la provincia, que se celebró en el pabellón deportivo de Roldán.
Mi sorpresa fue que cuando ya hacía más de tres cuartos de hora de haber terminado de comer todos los pensionistas, llegaron las autoridades pertinentes, presidentes de los hogares, concejales, varias señoritas que no sé qué cargos desempeñaban y por supuesto la alcaldesa, Pilar Barreiro.
Iban a celebrar la comida de convivencia «con todos nosotros», pero ellos comieron en mesas preparadas con vajilla, cristalería, flores, etc. (nosotros comimos con servicios de usar y tirar), y por supuesto una comida diferente de varios platos, sidra, postres, helados, etc.
La presencia de las autoridades lo único que causó fue malestar entre los asistentes (alrededor de mil personas), retrasar el comienzo del baile que es lo que todo el mundo estaba esperando, y ver que existen dos clases sociales diferenciadas.
Cuando expuse mi queja a la persona encargada de organizar el evento por la diferencia de trato, me dijo que no soliviantara a la gente, y que si no me había gustado que el año próximo no volviera.
¿Fue esa una comida de convivencia, de clasismo o quizás iban buscando la foto y el voto para las próximas elecciones?
Manuela Escalona Valencia.
Mi sorpresa fue que cuando ya hacía más de tres cuartos de hora de haber terminado de comer todos los pensionistas, llegaron las autoridades pertinentes, presidentes de los hogares, concejales, varias señoritas que no sé qué cargos desempeñaban y por supuesto la alcaldesa, Pilar Barreiro.
Iban a celebrar la comida de convivencia «con todos nosotros», pero ellos comieron en mesas preparadas con vajilla, cristalería, flores, etc. (nosotros comimos con servicios de usar y tirar), y por supuesto una comida diferente de varios platos, sidra, postres, helados, etc.
La presencia de las autoridades lo único que causó fue malestar entre los asistentes (alrededor de mil personas), retrasar el comienzo del baile que es lo que todo el mundo estaba esperando, y ver que existen dos clases sociales diferenciadas.
Cuando expuse mi queja a la persona encargada de organizar el evento por la diferencia de trato, me dijo que no soliviantara a la gente, y que si no me había gustado que el año próximo no volviera.
¿Fue esa una comida de convivencia, de clasismo o quizás iban buscando la foto y el voto para las próximas elecciones?
Manuela Escalona Valencia.
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