Josefina Odriozola tenía catorce años cuando la aviación alemana al servicio del general Franco bombardeó un lunes de mercado de hace mañana 70 años la localidad vizcaína de Gernika y todavía hoy recuerda con claridad cómo los aviones bombardeaban y ametrallaban la villa, en una tarde en la que "todo era fuego".
"Yo estaba con 'ama' (mamá) en el mercado cuando empezaron las bombas. Lo dejamos todo allí y volvimos a casa corriendo. Los aviones grandes bombardeaban y los pequeños ametrallaban por todo alrededor. Todo era fuego", dice esta mujer de 84 años al rememorar lo sucedido el lunes 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil española.
Ese día, los aviones alemanes de la Legión Cóndor, con el apoyo de algunos aparatos de las fuerzas aéreas italianas, bombardearon sin previo aviso, bajo las órdenes de Franco, la localidad vizcaína de Gernika, en un ensayo de lo que después se repetiría en otras ciudades europeas durante la II Guerra Mundial que también sufrieron ataques aéreos sobre la población civil.
Gernika entraba así en los libros de historia y se convertía después en una obra de arte, en un recuerdo imperecedero, a través del Guernica de Picasso.
Una familia afortunada
Josefina y toda su familia más cercana, sus cuatro hermanas y un hermano, así como su madre -su padre falleció cuando tenía ella cinco años- sobrevivieron al bombardeo, aunque, según ha afirmado, hubo unas horas en las que temió por la vida de su hermano, que no apareció en la casa hasta el día después.
Josefina Odriozola también ha explicado que una hermana suya tuvo mucha suerte ya que, en vez de permanecer en el refugio de la fábrica en la que trabajaba, optó por volver al caserío. "Todos los que estuvieron con ella, allí quedaron, pero cientos ¿eh?, muchos", ha asegurado, mientras insiste en que se trató de un ataque por "sorpresa. No avisaron nada".
A pesar de todo, su voz no delata rencor alguno: "Lo pasado, pasado está, qué le vamos a hacer. No sé por qué pasó, qué venganza hubo".
Josefina y toda su familia más cercana, sus cuatro hermanas y un hermano, así como su madre -su padre falleció cuando tenía ella cinco años- sobrevivieron al bombardeo, aunque, según ha afirmado, hubo unas horas en las que temió por la vida de su hermano, que no apareció en la casa hasta el día después.
Josefina Odriozola también ha explicado que una hermana suya tuvo mucha suerte ya que, en vez de permanecer en el refugio de la fábrica en la que trabajaba, optó por volver al caserío. "Todos los que estuvieron con ella, allí quedaron, pero cientos ¿eh?, muchos", ha asegurado, mientras insiste en que se trató de un ataque por "sorpresa. No avisaron nada".
A pesar de todo, su voz no delata rencor alguno: "Lo pasado, pasado está, qué le vamos a hacer. No sé por qué pasó, qué venganza hubo".
Tres horas de bombardeo ininterrumpido
Según el Museo de la Paz de Gernika, el primer avión apareció hacia las cuatro de la tarde y al cabo de unos quince minutos tuvo lugar la primera oleada. Empezaba así el bombardeo sistemático de Gernika, que se prolongó durante más de tres horas y en el que intervinieron aviones Heinkel 111 y Junker 52, de bombardeo; y Heinkel 51 de caza y ametrallamiento.
Según el Museo de la Paz de Gernika, el primer avión apareció hacia las cuatro de la tarde y al cabo de unos quince minutos tuvo lugar la primera oleada. Empezaba así el bombardeo sistemático de Gernika, que se prolongó durante más de tres horas y en el que intervinieron aviones Heinkel 111 y Junker 52, de bombardeo; y Heinkel 51 de caza y ametrallamiento.
Hoy en día aún se ignora el número exacto de muertos que dejó el bombardeo, aunque, dependiendo de las fuentes, oscila entre 150 y 250. Cientos de personas resultaron heridas y se calcula que el 70% de los edificios de la villa vizcaína quedaron destruidos.
laverdad.es
1 comentario:
Hombre, de eso hace 70 tacos, a ver si pones una noticia mas actual :)
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