Hablar con ellos y afianzar mi confianza en el ser humano, agigantando mi ilusión por la vida, es todo una. Te hablan desde la ternura, desde el amor más puro por los animales. Gatos y perros suelen ser sus compañeros, es difícil que estando con ellos no haya un gato o un perro merodeando en torno nuestra, cuando no un numeroso grupo, esperando su alimento. Pertenecen a la Asociación Marisé Checa, llevan años luchando y velando, en Cehegín, para que la dignidad, tan difícil de hacerla valer entre seres humanos, no sólo sea aplicable al hombre, también a los animales. Antonio, conocido por todos como “el Correas”, y su esposa Carla, claman por lograr que el trato que aquí damos a los animales, se asemeje al que ellos vivieron en Italia o Argentina. Ambos países son sus referentes vitales, en ellos pasaron buena parte de su juventud; Antonio es ceheginero, Carla, italiana. Me cuentan que, de cuando en cuando, reciben insultos de sus propios conciudadanos, de sus vecinos; todo, porque alimentan a gatos y perros, y claro, es una fea costumbre, un mal ejemplo para unos cuantos impolutos ciudadanos, los mismos que suelen quejarse de ver a los inmigrantes que llegan a Cehegín, lavándose, comiendo o charlando en algún parque de nuestro pueblo. Antonio y Carla, se sienten señalados, no encuentran la solidaria actitud que su gesto merece, son víctimas del desprecio que acarrea la insensibilidad, la intransigencia, de algunos conciudadanos incapaces de hallar motivos para cambiar su actitud. Volvemos, una y otra vez, al punto de partida, nos topamos con una sociedad insensibilizada, educada desde la más absoluta insensibilidad, que huye del compromiso, que no vislumbra desde los gestores de la administración gesto alguno que la ayude a recapacitar, sociedad condenada al ostracismo, esclavizada según los patrones que marca la única razón de ser que la hace creer que está viva: el dinero y toda su parafernalia de complejos comerciales y artificiosas maneras de vida, que no casan con eso de andar por las calles tirando de un carro de la compra cargado de comida para indefensos animales cuyo futuro es del todo incierto.
Junto a Antonio y a Carla, Sebastián Caballero, lleva años intentando crear un albergue para perros, a través del cual poder planificar, con toda la dignidad que merecen, el futuro de tantos perros callejeros de nuestras calles y parques.
En varias ocasiones, su desilusión, ante promesas que luego no han cuajado, le ha llevado a dirigirse a los medios de comunicación denunciando esos incumplimientos del Ayuntamiento de su pueblo. Sin embargo, las causas nobles, antes o después, llegan a buen puerto; al parecer, su soñado proyecto, en un pueblo de la comarca que no es su Cehegín del alma, pudiera llevarse a cabo. Ojala, desde Cehegín, desde su Ayuntamiento, a partir del próximo 27 de mayo, a un mes vista, se pueda comenzar a apuntalar ese precioso proyecto, tanto si su definitiva ubicación física está fuera o dentro de nuestro término municipal.
Carmen García Camacho
Carmen García Camacho
2 comentarios:
Tener una mascota en casa implica no solo cuidarla, sino tambien darle cariño y mucho amor. Es indignante las personas que ven a los animales como seres que no sienten.
Tener una mascota en casa implica no solo cuidarla, sino tambien darle cariño y mucho amor. Es indignante las personas que ven a los animales como seres que no sienten.
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