El paro bajó en 2006 por cuarto año consecutivo y se situó en 2.022.873 personas, unas 80.000 (3,8 por ciento) menos que a finales de 2005. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, señaló además que la reforma legislativa del pasado julio propició la creación de 2.177.245 contratos indefinidos, un 41,12 por ciento más que en 2005, lo que hace que los resultados laborales del año sean los mejores desde que en 2001 se varió el sistema de medición.
Caldera dio a conocer estos datos desde la sede de su Departamento y pronosticó que la buena evolución de las contrataciones se mantendrá durante 2007. Además del descenso del número de parados y del incremento de contratos estables, el número de afiliados a la Seguridad Social mejoró en un 3,38 por ciento respecto al año anterior (614.077 nuevos contribuyentes).
Caldera dio a conocer estos datos desde la sede de su Departamento y pronosticó que la buena evolución de las contrataciones se mantendrá durante 2007. Además del descenso del número de parados y del incremento de contratos estables, el número de afiliados a la Seguridad Social mejoró en un 3,38 por ciento respecto al año anterior (614.077 nuevos contribuyentes).
Récord de indefinidos
El ministro enfatizó los efectos positivos de la reforma laboral de julio de 2006, que ha conseguido que la tasa de temporalidad caiga casi cuatro puntos porcentuales en el último semestre del año. Estos datos constituyen todo un record en cifras de empleo estable desde que en 2001 se cambió el sistema de medición del empleo.
En todos los sectores
El paro bajó en todos los sectores. El más beneficiado fue la industria, que registró una caída del 6,36 por ciento (cerca de 17.700 trabajadores más). Le sigue la agricultura, con 3.733 parados menos (5,72%), la construcción (8.329 nuevos empleados) y los servicios (41.520 desempleados menos).
Hombres jóvenes, los más beneficiados
Por sexos, los hombres fueron más contratados que las mujeres, experimentando descensos del 5,6% y el 2,59% respectivamente. Por otro lado, los jóvenes vieron reducido su desempleo en un 12,28 por ciento, convirtiéndose en los más beneficiados. Entre los mayores de 25 años, el paro tan solo cayó un 2,53 por ciento.
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