Arde Sangonera la Verde. Un centenar de feligreses de esta pedanía han montado en cólera ante los comentarios que aseguran hace el párroco, Pedro Camacho, en sus sermones cuando oficia misa en la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Tan indignados están que han presentado una carta en la Secretaría General del Obispado de Cartagena -con fecha del pasado 26 de mayo- en la que piden a monseñor Juan Antoni Reig Pla que intervenga para que «este hombre cambie de actitud».
Una de las afectadas relató a la Cadena Ser algunos de los exabruptos «machistas y ofensivos» que achacan a este sacerdote, de 40 años de edad. «Nos llama asesinas a todas las mujeres. Dice que matamos a los niños cuando están en nuestros vientres. Nos crispa cuando afirma que la mujer, desde que ha decidido ser dueña de su cuerpo, es la causa principal de la destrucción de la familia, la destrucción de sus hijos y la destrucción del mundo», se lamenta D y M., dos mujeres pertenecientes la Asociación Vecinal Ermita Nueva de Sangonera que prefieren mantener el anonimato.En la misiva recogen frases supuestamente textuales del estilo de «los homosexuales se van haciendo, la culpa la tienen las madres que cuando son niños les protegen demasiado», «Mahoma era un analfabeto», «los hijos de las mujeres separadas tiene muchos problemas y cuando tienen catorce años tienden a suicidarse» o «Papa Nöel no existe, es un invento de la Coca-Cola». Dos de las firmantes aseguran que no desean echar del pueblo al sacerdote, sino que «el obispo le obligue a ser más normal. Le prometo que hay gente que ha venido a misa a nuestra parroquia sólo para oírle decir esas barbaridades, y al salir me han dicho: si no lo oigo, no lo creo».El grupo de descontentos se ha reunido en varias ocasiones con el vicario de la zona y han esperado una respuesta del Obispado, por escrito o por teléfono, pero no han sido atendidos, según declaran. Por eso han decidido recurrir a los medios de comunicación: «Aquí hay gente que ha dejado de ir a misa, y eso no se puede consentir», insiste D.Para estos feligreses, en su mayoría mujeres de Sangonera la Verde, es inaceptable que «hasta se meta con las abuelas que van a la iglesia. Les dice: 'A vosotras os quedan, a lo sumo, unos ocho o diez años de vida. Poneros a rezar y no os quejéis tanto de los que os duele y dejar los viajes y las salidas'».Sorprende que en una pedanía donde todos se conocen no hayan podido resolver este enfrentamiento en una reunión a puerta cerrada. Estas vecinas aseguran que no ha sido posible porque «él no atiende a razones. Dice que aquí manda él y que hace lo que le da la gana, y el que no está de acuerdo que se salga de la iglesia».
Las afectadas afirman ser creyentes y practicantes, pero desconocen el horario de misas. Aseguran que no hay homilía cada día, cuando en la puerta de la parroquia se indica en un cartel que se oficia misa diariamente a las 12 horas.El sacerdote no quiere entrar en una batalla mediática con sus feligreses. Se limita a desmentir que estas declaraciones hayan salido de su boca. «Son calumnias e injurias; interpretaciones surrealistas y esperpénticas de mis palabras», lamenta. Pedro Camacho declina que se haya negado a reunirse con estos feligreses: «Mi despacho está abierto cada tarde para atender a todo el que me necesite». De hecho, en la puerta le espera una decena de vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario