26 de noviembre de 2008

Mobbing


¿Qué es el mobbing?

El mobbing es un acoso moral, acoso laboral o persecusión laboral realizado por una o varias personas de una empresa, sociedad o institución dirigida contra un compañero de trabajo con objeto de conseguir socavar su autoestima para conseguir que abandone su trabajo. En algunas ocasiones también se trata, además, de un acoso sexual. Se trata, por lo tanto de un maltrato psicológico en el trabajo, que se efectúa de forma reiterada y machacona y con un objetivo determinado.


¿Son Jefes, subordinados o iguales?

Puede parecer que el acoso solamente lo puede realizar un superior a un subordinado, pero nuestra experiencia es que puede ocurrir en cualquier dirección: superior a inferior, inferior a superior y entre iguales. Depende de la personalidad del acosado, de la del acosador, de las circunstancias y del entorno laboral.

La motivación es muy variada, pero un motivo que se dan con mucha frecuencia es la envidia, los celos del éxito de la victima, de la experiencia de la victima, de su mayor calificación profesional, envidia despertada por la juventud, buen aspecto físico, etc.. Además de la envidia también existen otras motivaciones como por ejemplo conseguir eliminar a la victima del puesto de trabajo para conseguirlo para sí o para otra persona. Es decir, pueden darse infinidad de intereses que muevan al maltratados a efectuar este tipo de tortura psicológica y el objetivo es aniquilar a la víctima, a la que considera una amenaza porque destaca.

Efectúan un ataque psicológico como por ejemplo insultos y críticas sistemáticas a todo su trabajo. También se ataca la reputación personal mediante calumnias y rumores falsos con vistas a eliminar a esa persona del puesto que ocupa, consiguiendo en muchas ocasiones acabar con su resistencia psicológica.

Según Iñaki Piñuel, profesor titular del Departamento de Ciencias Empresariales de la Universidad de Alcalá de Henares, en su libro “Mobbing” explica que las víctimas suelen ser profesionales brillantes que despiertan admiración entre sus compañeros, bien considerados dentro de la organización. Por eso despiertan celos en los mediocres.


El acoso provoca síndrome de estrés y ataques de ansiedad

Todos conocemos la importancia del estrés en el inicio y empeoramiento de muchas enfermedades. Las constantes vitales de nuestro organismo han de mantenerse en sus niveles óptimos de funcionamiento -el equilibrio homeostático- pero si existen situaciones, acontecimientos o estímulos que desestabilizan ese equilibrio obligan al organismo a hacer un esfuerzo suplementario para restaurar el equilibrio interno. Si el estrés se prolonga cierto tiempo, la capacidad de recuperación del organismo ya no podrá responder con la misma eficacia, aumentando su vulnerabilidad a los agentes patógenos, favoreciendo la aparición de toda clase de enfermedades. Los daños fisiológicos han sido valorados por Elisa Boberg, técnico de Prevención de Riesgos Laborales:

- La tensión emocional aumenta el riesgo de infarto de miocardio.
- Subidas bruscas de tensión, con riesgo de accidente vascular.
- Agravamiento de la diabetes.
- Reduce la producción de andrógenos y estrógenos así como el interés sexual.
- Inhibe el sistema inmune, lo que puede propiciar el desarrollo enfermedades como el cáncer.
- Estimula comportamientos poco saludables: tabaco, alcohol, anorexia...

Los efectos psicológicos son irritabilidad, ansiedad, hipervigilancia, sueños repetitivos, insomnio, etc.


¿En qué forma puede darse el mobbing?

Hay diferentes formas de ejercer el hostigamiento: desde no dirigirse ni hablar a la víctima, actuando como si no estuviera, no adjudicarle trabajo, darle tareas inútiles que no le dejan tiempo para realizar las tareas importantes, darle más trabajo del que puede realizar y dejarle en evidencia ante los demás, ridiculizar su aspecto o hacer circular calumnias sobre su vida privada. Es curioso constatar que los ataques se producen en privado o ante “testigos mudos”.

La víctima se siente confundida y culpable a fuerza de ser atacada en su quehacer diario, no dice nada porque piensa que nadie lo ha visto, que nadie le creerá, que seguramente ella, de algún modo, tiene la culpa de lo que pasa. Este es el origen del estrés y las somatizaciones como insomnio, ansiedad, alteraciones fisiológicas, etc.

Nadie quiere declarar a favor de la víctima por miedo a ser el siguiente objetivo. El acosado se encuentra en una situación de abandono por parte de los compañeros que lo aboca a tomar bajas laborales cada vez más continuadas.


Fases del mobbing

Según el profesor González de Rivera, catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica y director del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática se da el siguiente proceso:

1) FASE INICIAL DE DESCONCIERTO: el trabajador acosado no entiende lo que ocurre, no puede creer lo que está pasando. Le niegan el saludo al llegar al trabajo, le suspenden de improviso una reunión, le dan más trabajo que el que puede realizar o le deniegan un permiso que le corresponde.

2) Sigue un PERIODO DE AUTO-RECRIMINACIÓN, pues percibe que no le hacen caso, que el jefe no le recibe o que los argumentos que expone se tergiversan para dejarlo en peor situación. Se produce una pérdida de la confianza en sí mismo, disminuyendo su autoestima, por lo que comienza a cometer errores, decae su interés por el trabajo, incumple sus obligaciones y estalla emocionalmente.

3) Durante o después de la etapa anterior aparece una FASE DE REBELDÍA, que puede oscilar entre la depresión y la rebelión, llegando incluso a la agresividad. En ocasiones, realiza una huida hacia delante y se esfuerza más en un intento desesperado de demostrar su valía a sí mismo y a los demás.

4) Cuando lo antes expuesto fracasa, cae en un ESTADO DEPRESIVO. No olvidemos que uno de los rasgos de la persona acosada es su interés por el trabajo, por lo que sufre enormemente cuando no puede desarrollar su labor o cuando no se valora lo que está haciendo.


¿Qué hacer?

El acoso laboral es un delito en España y en otros países. Suecia fue el pionero en esta legislación, tipificando en 1983 el acoso moral o psicológico en el trabajo como delito.

Para defenderse en caso de acoso laboral es importante ante todo reunir pruebas (documentos, testigos, certificado médico, etc.). Son imprescindibles. Apuntarlo todo, incluso los detalles más insignificantes.


Dirigido a "determinadas personas" (ell@s saben quienes son)

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay que decir que las pruebas deben ser contundentes, para poder ser probado el acoso, no debe basarse en palabras, sino tratar de documentarlo muy bien

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