De Juana Chaos, por poner un
ejemplo, el sanguinario asesino de ETA, tendrá
mejor trato en el fondo y en la forma, en el caso de ser detenido, que
cualquier desempleado español.
Él, si es llevado a la cárcel,
dispondrá de un techo, no pasará frío, tendrá aseguradas las tres comidas
básicas, tendrá acceso a la enseñanza de forma realmente gratuita, no pagará
material escolar, ni tasas universitarias, tendrá derecho a un trabajo dentro
del centro penitenciario, derecho a prestación por desempleo cuando cumpla su
pena así como otras “comodidades” carcelarias: gimnasio, televisión,
actividades de ocio, visitas, etc... y si es un chorizo de guante blanco o con amistades importantes igual no sales ni de la enfermería sin estar enfermo.
Un desempleado tiene derecho a
cuatro meses de prestación por cada año trabajado y después una limosna de 426
euros para cubrir todos sus gastos y los de su familia: casa, alimentación,
luz, agua, estudios y otros muchos...
¿Se deduce de mis palabras que
pido que a los presos se les trate mal? No, para nada, porque todos tenemos
derecho a una pena justa sin tratos degradantes y que se aspire a la reinserción
social plena.
Lo que sí pido, reclamo, exijo es
una vida digna para los que hemos sido buenos ciudadanos, hemos pagados
nuestros impuestos, no hemos delinquido y solo pretendemos llevar una vida
digna y que se respeten nuestros derechos constitucionales básicos.
Sí, ya sé que es mucho pedir, que
es utópico.
¿Habrá qué tirarse al monte?
@CarlosRibanez
@CarlosRibanez
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