"Subir los impuestos sería la puntilla para las familias".
“La solución es más empleo y menos impuestos”.
"Subir los impuestos, significa más paro,
más recesión y pagar las gracietas de Zapatero".
“Subir
los impuestos es un disparate estratosférico”.
"Prometo no subir impuestos".
“No
tengo intención de subir impuestos” (Debate de investidura).
Así de tajante, diáfano y contundente se
expresaba Mariano Rajoy cuando se dedicaba a sestear desde la oposición,
durante la campaña electoral de las pasadas Elecciones Generales y hasta en el Debate de Investidura.
Nos mintió. No había terminado el año 2.011 y LA
SUBIDA DE IMPUESTOS “se apoyaba en los
principios de justicia y equidad” en palabras de Soraya Sáenz de Santamaría.
Hace muy breves días Rajoy argumentaba su oposición al "copago" sanitario afirmando que este "asunto" no estaba "sobre la mesa" ni
en el Consejo de Ministros ni en la
Comisión delegada de Asuntos Económicos.
Hay que estar MUY atentos a lo expresado por Rajoy: “No está”
(en presente) no descarta para nada que “pueda estar” (en futuro).
Si los antecedentes de Rajoy fueran fiables no deberíamos
preocuparnos, al menos por este asunto, el problema es que no lo es, como ha
quedado demostrado por sus lapidarias manifestaciones en relación con la subida
de impuestos y lo que la realidad pura, dura y testaruda nos ha dicho: Subida
inmediata de impuestos sin casi apenas haberle dado tiempo a calentar su cómodo sillón de Presidente del Gobierno.
Si los antecedentes de Rajoy le dejan con el culo al aire,
los hechos lo reafirman: En Cataluña el PP de Mariano Rajoy ha propiciado el
copago sanitario que supondrá el pago de un euro por cada receta que se
dispense en la sanidad pública.
Si a esto le añadimos, el hecho MUY grave, de que a estas alturas
del calendario aún no se han presentado los Presupuestos Generales del Estado (PGE), porque los está ocultando intencionadamente de forma infame solo y para que éstos no le dejen de nuevo con el pompis al aíre y le puedan restar un solo voto en las elecciones
autonómicas andaluzas y asturianas, cuadramos el círculo rajoyniano.
El “Sr. de los hilillos de plastilina” NO es de fiar. Lo sabemos.
Ha quedado demostrado.
Habrá copago.
1 comentario:
Exelente articulo amigo.Muchas gracias
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