La derrota sufrida por el PP en las pasadas Elecciones Generales del 9 de marzo evidencia que las cosas tendrían que haberse hecho mejor por parte de quienes han tenido la responsabilidad de presentar ante el electorado español el proyecto político popular.
Sin embargo las declaraciones de Rajoy ponen de manifiesto su empecinamiento en mantener las mismas actitudes y en seguir idéntica estrategia. En el próximo congreso del PP deben presentarse distintas candidaturas a la Presidencia del partido y hemos de tener la oportunidad de presenciar la aparición de nuevas personas y de escuchar otras opiniones. Por el contrario, el plan de futuro esbozado por Rajoy se cimenta, nunca mejor dicho, en el inmovilismo.
Me consta que hay muchos militantes y simpatizantes del PP que tienen la intención de trabajar de firme en el seno del partido para lograr un vuelco de la situación política, social, económica e ideológica de España, manteniendo los principios básicos que siempre han orientado la acción del PP. Pero se me antoja que, bajo las premisas imperantes hoy en el partido, dicho trabajo sería en vano por dos motivos:
Porque ese cambio se ve dificultado desde la propia dirección del PP. Porque la estructura del partido es férrea y monolítica, poco dada a nuevas incorporaciones, recelosa de que ciertos protagonismos se eclipsen.
En los próximos meses nada me sorprendería más que un cambio de rumbo en la dirección del PP que lograra despejar las dudas de quienes están dispuestos a participar en la confección de un nuevo proyecto con garantías de triunfo en próximas convocatorias electorales.
José Manuel López Valverde
Sin embargo las declaraciones de Rajoy ponen de manifiesto su empecinamiento en mantener las mismas actitudes y en seguir idéntica estrategia. En el próximo congreso del PP deben presentarse distintas candidaturas a la Presidencia del partido y hemos de tener la oportunidad de presenciar la aparición de nuevas personas y de escuchar otras opiniones. Por el contrario, el plan de futuro esbozado por Rajoy se cimenta, nunca mejor dicho, en el inmovilismo.
Me consta que hay muchos militantes y simpatizantes del PP que tienen la intención de trabajar de firme en el seno del partido para lograr un vuelco de la situación política, social, económica e ideológica de España, manteniendo los principios básicos que siempre han orientado la acción del PP. Pero se me antoja que, bajo las premisas imperantes hoy en el partido, dicho trabajo sería en vano por dos motivos:
Porque ese cambio se ve dificultado desde la propia dirección del PP. Porque la estructura del partido es férrea y monolítica, poco dada a nuevas incorporaciones, recelosa de que ciertos protagonismos se eclipsen.
En los próximos meses nada me sorprendería más que un cambio de rumbo en la dirección del PP que lograra despejar las dudas de quienes están dispuestos a participar en la confección de un nuevo proyecto con garantías de triunfo en próximas convocatorias electorales.
José Manuel López Valverde
1 comentario:
Si la lectura de unas elecciones es que las cosas se han hecho mejor o peor, deberiamos pensar que la oposición ha hecho las cosas mal en Cataluña, Andalucia, Euskadi y que las ha hecho mejor en Madrid, Valencia, Castilla Léon y que el gobierno lo ha hecho muy bien en Cataluña y lo ha hecho muy mal en Madrid por poner ejemplos.
Y si se trata de votar a quién coloca a sus gobernados en una buena situación ecónomica y su mejora en el índice de convergencia con Europa a lo largo de los años, deberiamos decir que en Navarra, en Madrid, en Cataluña, Euskadi, y otros se gobierna muy bien y en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León se gobierna muy mal.
Pero el voto, es otra cosa e influyen también otros aspectos distintos a hacer las cosas mejor o peor y al menos nos encontraremos 8 millones de votantes en cada partido que seguirán votando a su partido pase lo que pase.
En España todavía pesa mucho la historia mas reciente en el voto y los partidos lo saben y por eso lanzan mensajes que lo incentivan.
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